jueves, 19 de diciembre de 2013

La condena (IV) y final.


Para no hacer muy cansino el tema, y como tengo encima de la mesa otros informes que resultarán muy interesantes (véase Reforma Fiscal o Tarifas públicas), voy a dar por terminado el análisis de la sentencia que pesa sobre nuestras cabezas con un resumen de las conclusiones sobre las proyecciones que realizó la auditora PwC sobre nuestro país.

Habrán podido comprobar, si han leído las entradas anteriores, que la condena ha sido muy benévola y cumple con la máxima de que lo que pretende es la reinserción de nuestra economía en un nuevo mundo globalizado.

Tenemos dos escenarios proyectados; el primero parte de unos datos del PIB tras lo acontecido durante estos años de crisis, un PIB inferior al 20% del que hubiera resultado sin crisis. El segundo escenario parte de un PIB que ha ignorado la crisis (salvo error de interpretación). Entiendo que pretenden decirnos que durante los años previos habíamos crecido a ritmos excesivos, lo que se conoce como crecer por encima del PIB potencial, y a partir de ahora creceremos a ritmos normales.

¿Qué sucede?

Primer escenario: crecimiento del PIB,

            Período 2014-2020: 1,6%

            Período 2021-2033: 2,1%

Segundo escenario: crecimiento del PIB,

            Período 2014-2020: 1,9%

            Período 2021-2033: 2,5%

 

Con ello obtenemos la conclusión de que a partir de 2020 (qué son 7 años) creceremos a mayor ritmo.

¿Quién aportará este crecimiento?

El primer motor procede del capital, de una fuerte y creciente mejora de su productividad.

El segundo motor, el trabajo; más empleo y mejor productividad debida a la mayor calificación de los trabajadores.

A largo plazo, la mayor apertura al comercio exterior y el incremento de la innovación.

Por último, ¿cómo nos afectará a nivel “personal”?

En la actualidad (2012) el PIB per cápita español se encuentra, según el informe, en 19.575 euros, y pasará a 22.756 euros en 2020 y a 31.370 euros en 2033, sobrepasando, ¡atención!, la media de la UE de los 17 (29.655 euros), a Francia (29.550 euros) y a Italia (24.560 euros). España crecerá más que la media europea y que los grandes países europeos.

No me dirán que no cierro el año con buenas noticias, y no es 28 de diciembre. Todo sea por levantar la moral de la tropa.

En fin, nos acercamos a fechas señaladas en nuestro calendario y como desconozco cuál será la disponibilidad de tiempo para mantener actualizado el blog voy anticipándome y les deseo FELIZ NAVIDAD y próspero AÑO NUEVO. Por lo que pueda suceder.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Salarios.


Hoy ya no tiene mucha repercusión en los medios, se ha diluido. Ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó un informe sobre la evolución de los costes salariales y laborales del 3ºT/13. La noticia pasó sin pena ni gloria por los medios de comunicación, salvo por algún pequeño detalle. “Los costes laborales aumentaron un 0,2%”, un pequeño titular que aparecía en uno de los medios. Ya entrando en el meollo de la cuestión la noticia hacía referencia a que los costes salariales habían descendido “pero” (este pero da mucho juego) a pesar de ello los costes laborales se habían incrementado el 0,2%.

Dicen que “piensa mal y acertarás” y en muchas ocasiones suele ser cierto. No voy a entrar a juzgar las intenciones del medio de comunicación, de hecho ya ni lo menciono ni dejo enlace a la noticia, pero da la impresión de querer orientar su mirada hacia un determinado colectivo, como si se les acusara de ser los causantes de los problemas de nuestra economía. Ya saben que somos poco competitivos y nos hemos embarcado en una “devaluación interna” de precios y salarios.

Costes laborales y costes salariales. Visto uno a continuación del otro no da la sensación de que alberguen muchas dudas, al menos puede apreciarse con cierta claridad que existen diferencias terminológicas. Y si tienen diferentes nombres suponemos que deben tener diferentes significados. Pero si distanciamos “prudentemente” ambos conceptos la historia cambia. Para alguien que no esté familiarizado con estos términos, o no preste la suficiente atención, la confusión está asegurada y el mensaje que se transmite totalmente distorsionado (de esto saben mucho los medios de comunicación). Y si además a todo ello añadimos más términos el lío está garantizado: costes laborales por empresa, costes laborales por trabajador, costes salariales por trabajador,… súmenle datos numéricos en porcentajes, variaciones interanuales, variaciones intertrimestrales, y… lo mejor será pasar a las páginas de deportes.

Intentemos desenmarañar la madeja.

Coste LABORAL. El coste para el empresario por tener contratado un trabajador. Salario, cotizaciones a la Seguridad Social, Indemnizaciones, …

            3ºT/13: 2.460,64 euros al mes, de media y bruto. Desglosado:

                                               Salario: 1.801,42€

                                               Cotizaciones a la S.S.: 576,12€

                                               Resto: 83,10€
 

Se ha incrementado un 0,2% respecto al 3ºT/12. Los motivos, según el INE: “el aumento de las percepciones NO salariales se debe a que el crecimiento de las prestaciones directas (en especial de las indemnizaciones por despido) compensa la caída de las otras no salariales…”; es decir, el coste para el empresario aumenta en el 3ºT/13 respecto al 3ºT/12 debido a los despidos y a sus correspondientes indemnizaciones.

Coste SALARIAL. Salario base, complementos salariales, horas extraordinarias, atrasos, pagas extraordinarias.

            3ºT/13: 1.801,42€.

            3ºT/12: 1.805,63€.

            Disminuye en tasa anual un 0,2%. Los salarios continúan bajando.


En fin, ¿quién se lee los boletines del INE?

martes, 17 de diciembre de 2013

La condena (III)

¿Y España? Esta España mía, esta España nuestra …

Como había anticipado en una entrada anterior las previsiones de la auditora PwC para nuestro país dicen que “tendremos una balanza por cuenta corriente positiva y una tasa de paro bastante más liviana que la histórica”. En términos macroeconómicos nos dicen que nos diferenciamos de otras economías comparables en dos “incapacidades”: déficit de empleo y déficit en el saldo exterior. (Algo de lo que ya éramos conscientes).

Tras un breve análisis de la economía española se concluye que “es una economía intensiva en capital aunque con muy poca eficiencia productiva”; “no es suficiente para mejorar el crecimiento de la renta. Se necesita que lo que se produzca se venda” y que estas ventas sean sostenibles en el tiempo; “operamos continuamente con exceso de capacidad, lo que obliga a una rebaja permanente de costes”. Resumiendo, producimos mucho pero no vendemos. Solución: inversiones selectivas, en intangibles, sobre todo en tecnologías de la información y comunicación (TICs) que aumentan la productividad de todos los factores de producción.

Y ¿cómo vamos a crecer? (poco eso sí). Nos hablan de cinco palancas:

El trabajo (cantidad y calidad).

Respecto a la cantidad, y en base a las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población se reducirá en 2,3 millones de aquí al 2033, por lo tanto la población activa (en edad de trabajar) también lo hará y no se espera a los inmigrantes. (20 años dan para mucho, ¿no creen?).

Respecto a la calidad, ésta “aportará positivamente”. La educación dista de alcanzar a las mejores economías pero ha hecho un recorrido “fenomenal”. Algunas (¿?) instituciones internacionales sitúan su avance “como uno de los países más fuertes”. (Una de dos, o nuestro sistema educativo no es tan malo como nos hacen creer o ya eran conocedores de la reforma educativa).

El capital (no es el libro de Marx). Aquí tenemos una sorpresa para muchos de los que habían creído que el sector de la construcción se había llevado todos los premios de la lotería. En el período 1995-2007 la sobrecapitalización no radicó ni “exclusiva ni fundamentalmente en el sector de la construcción”. Las TICs han tenido un enorme crecimiento en ese mismo periodo, junto con las infraestructuras, equipos de transporte y maquinaria. Este hecho nos sitúa en una posición favorable de cara al futuro, “de mayor productividad del capital” (Si no hay mal que por bien no venga).

Productividad total de los factores. Hasta ahora contribuían negativamente al crecimiento, tanto en el periodo del boom como en el de crisis. La “fácil” obtención de beneficios dejó de lado actividades con mayor productividad y más eficientes.

Apertura comercial. La caída de la demanda interna ha sido el motivo que ha obligado a posicionarse de cara al exterior. Junto con Alemania tenemos una balanza por cuenta corriente positiva, “un hecho radicalmente nuevo”. De aquí se deriva (según el informe) que el comercio exterior será una aportación positiva al futuro crecimiento económico de España (no seré yo quién lleve la contraria).

Innovación. La conexión entre comercio e innovación será la que inducirá una mayor productividad en los próximos 20 años. No generamos patentes ni I+D pero realizamos mejoras en productos y procesos. Esta situación me trae a la memoria al gigante chino, ¿cuántas veces no hemos oído que los chinos copiaban los productos de occidente? Por cierto, según datos obtenidos de un libro que he leído recientemente, y que en estos momentos no recuerdo su título aunque sí a sus autores (Ontiveros-Guillén), China e India forman anualmente a 700.000 ingenieros; parece que se han cansado de copiar a occidente.

Bueno, ya somos conocedores de como pretendemos crecer durante los próximos 20 años.

 

Continuará…

lunes, 16 de diciembre de 2013

Sólo son indicios.

Meras sospechas; nada concluyente; está por demostrar; sólo son indicios.

Pues sí, se ha puesto de moda trivializar y restar importancia a los hechos y actuaciones que aparecen en los medios de comunicación y que tienen como fuente diferentes informes policiales e incluso autos judiciales. Vivimos en un continuo proceso de banalizar cualquier actuación, cualquier prueba, proceda de donde proceda, y para una sociedad democrática puede ser un juego bastante peligroso. Da la sensación de que para unos la simple mención del término “indicio” ya significa una condena en firme y para otros meras sospechas que habrá que demostrar y por lo tanto carentes de cualquier trascendencia.

Indicios de contabilidad “B”, indicios de prevaricación, indicios de fraude fiscal, y así hasta el infinito.

¿Pero que dice la jurisprudencia al respecto? ¿Tenemos que dar credibilidad cuando vemos en los medios de comunicación que según tal auto de tal juez existen indicios de haber cometido un delito? ¿Es la imputación un mero capricho del juez de turno?

Nos dice el Tribunal Supremo en base a una gran cantidad de jurisprudencia del Tribunal Constitucional lo siguiente:

“…coincide en resaltar como requisitos que debe satisfacer la prueba indiciaria los siguientes. Que los indicios, que han de ser plurales y de naturaleza inequívocamente acusatoria, estén absolutamente acreditados, que de ellos fluya de manera natural, conforme a la lógica de las reglas de la experiencia humana, las consecuencias de la participación del recurrente en el hecho delictivo del que fue acusado y que el órgano judicial ha de explicar el razonamiento en virtud del cual, partiendo de esos indicios probatorios, ha llegado a la convicción de que el acusado realizó la conducta tipificada como delito…”.

Aunque no soy jurista creo que podríamos concluir que cuando el emisor del mensaje procede del sistema judicial tomarse a la ligera los hechos sobre los que reposan los indicios es un ejercicio de irresponsabilidad. Quizás tengamos que concluir que las pruebas son más que evidentes y que son más de una. Otra cuestión diferente es que con el paso del tiempo las pruebas se diluyan como terrones de azúcar en una taza de café. Sólo nos quedará el sabor dulce.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Cuando el río suena...



… agua lleva.

“España ingresaría 16.500 millones más modificando el IVA”. Titular de prensa que aparece hoy en alguno de los medios de comunicación de nuestro país. Pero no es el titular en sí lo que me mueve hoy a escribir estas líneas, sino más bien lo que subyace tras esta noticia. 

De entrada no se trata sólo de modificar el IVA ya que se incluiría también al resto de impuestos de nuestro sistema tributario. Recuerden que está en marcha una reforma fiscal de gran calado, aunque tras estos dos años de gobierno podríamos hablar más de una “contrarreforma” dada la cantidad de modificaciones que se han efectuado.

Pero vamos a lo que nos interesa, ¿qué modificamos en el IVA? Según informaciones publicadas se recomienda eliminar exenciones en aquellos bienes y servicios que a día de hoy no son gravados al tiempo que se modificarían aquellos que tributan al 4% y al 10%.

Para que se hagan una idea de qué bienes y servicios pueden verse afectados por esta reforma les dejo a continuación una relación de aquellos que gozan en la actualidad de exención, es decir, no son cargados con el IVA. Se trata de una relación somera que precisaría en algunos casos de las matizaciones oportunas, por ello pido que no saquen conclusiones precipitadas; algunas de las exenciones están condicionadas por quienes son los prestadores de los bienes y servicios:

  • Servicio postal universal.
  • Servicios de hospitalización o asistencia sanitaria. 
  • Asistencia a personas físicas por profesionales médicos o sanitarios.
  • Entregas de sangre, plasma,…
  • Servicios que realiza la Seguridad Social.
  • Asistencia social: 
                                   Protección a la infancia.
                                   Tercera edad.
                                   Educación especial y personas con minusvalía, …


  • Educación de la infancia y de la juventud (enseñanza escolar, universitaria,…).
  • Clases particulares en materias del sistema educativo.
  • Servicios prestados a personas físicas que practiquen el deporte por entidades de derecho público, Federaciones,…
  • Servicios prestados por bibliotecas, museos,…
  • Transporte de enfermos en ambulancias.
  • Operaciones de seguro.
  • Operaciones financieras:

                                   Depósitos en efectivo.
                                   Transferencias.
                                   Préstamos,…

  • Loterías, apuestas y juegos organizados por la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado, ONCE,…
  • Entregas de terrenos rústicos no edificables.
  • Segundas y ulteriores entregas de edificaciones (tributan por transmisiones patrimoniales).
  • Etcétera.


            Básicamente éstos son todos los bienes y servicios que están exentos. Insisto, con matices.

¿Y al tipo superreducido del 4%?


  • Pan común, leche, huevos, verduras, frutas,…
  • Libros, periódicos,…
  • Medicamentos de uso humano.
  • Vehículos y reparaciones para personas con minusvalía.
  • Prótesis, implantes para minusválidos.
  • Viviendas de protección oficial.
  • Teleasistencia, ayuda a domicilio, centros de día y noche,…


            Bueno, pues ya saben donde está el manantial que puede llenar las arcas del Estado. Estaremos atentos.

jueves, 12 de diciembre de 2013

La condena (II)


Segundo capítulo de la sentencia que la auditora PwC ha dictado sobre nuestro país para los próximos años, con un horizonte temporal del 2033.

Si anteriormente habíamos hablado de las perspectivas de nuestros desconocidos empresarios, hoy toca hablar de las previsiones sobre el crecimiento mundial que viene, según se recoge en el informe.

Las fuentes de las que se obtienen los resultados son diversas, desde el FMI, la OCDE, hasta grandes bancos de inversión como Goldman Sachs, y la propia auditora PwC, entre otras.

Nos cuentan que en este primer cuarto del siglo XXI la tendencia del crecimiento mundial (PIB) es decreciente. EEUU crecerá a una media del 2% hasta 2025, Europa al 1,3%, China e India al 3,7% (las medias de los últimos 15 años habían sido del 9 y 7% respectivamente para estos dos últimos países). Se concluye así que el mundo tiende a una cierta convergencia en las tasas de crecimiento.

Existe cierto consenso entre las fuentes en que el crecimiento mundial será más alto en estos primeros años (3,5%) y luego descenderá; además, como digo, aprecian una clara tendencia a la convergencia en las tasas de crecimiento mundial, pero a diferentes velocidades. Es decir, a nivel de PIB, creceremos más o menos al mismo ritmo todas las regiones, no como sucedía hasta ahora donde los países emergentes destacaban por sus altas tasas (otra cosa es la distribución de la renta, la igualdad).

Respecto al peso de las diferentes economías mundiales, EEUU seguirá manteniendo su peso actual, el 18,2%, mientras Europa bajará del 20,3% al 17,4%, China pasará del 16,4 al 22% e India del 6,3 al 8,2%. Recomienden a sus hijos que estudien inglés y chino, por si acaso.

¿Y España?

El análisis queda para otra entrada. Sólo un pequeño aperitivo: una balanza por cuenta corriente positiva (intercambios de bienes y servicios realizados entre los residentes y el resto del mundo) y una tasa de paro bastante más liviana que la histórica. Aquí matizando que parte proviene del crecimiento del empleo y parte de las proyecciones sobre la caída de la población, y por lo tanto de la población activa (seremos menos y más viejos. ¿Se habrán olvidado de la reforma laboral? ¿Considerarán a los de 70 años como inactivos?).

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Mi abuelo podría haber sido un genocida,

o un emigrante. ¿Que no ven la relación entre ambas posibilidades? El gobierno sí, aunque de manera indirecta ya que parece que no se ha percatado de tal hecho.
 
España ha sido tradicionalmente un país de emigrantes. Muchos de nosotros hemos tenido y seguimos teniendo parientes por diferentes partes del planeta que se vieron obligados a coger sus petates y marcharse en busca de soluciones, tanto para ellos como para sus familias. Algunos han regresado, los retornados les llaman, y ahora son ciudadanos españoles, residentes a efectos fiscales. Estoy convencido de que algunos de ellos mantienen a día de hoy en sus países de acogida bienes de su propiedad, un piso, una casa, o incluso una cuenta bancaria. Otros no, decidieron vender y regresar.
 
En el año 2012 se publicó una ley, concretamente la Ley 7/2012, por la que se establecía la obligación de suministrar a la Administración Tributaria información sobre bienes y derechos situados en el extranjero (cuentas, valores, inmuebles,…) siempre y cuando superasen un valor establecido (50.000 euros).
 
La primera declaración debería haberse presentado entre el 1 de febrero y el 30 de abril de 2013. Anualmente, y entre el 1 de enero y el 31 de marzo, debe presentarse otra declaración si la inicial ha sufrido variaciones sustanciales o se adquiere la titularidad de algún bien en el extranjero (por ejemplo, una herencia). Esto grosso modo.
 
Si nuestros abuelos (padres) retornados no han presentado dicha declaración, estando obligados a ello, la Administración Tributaria impondrá sanciones pecuniarias con un mínimo de 10.000 euros, en el caso de que lo haya detectado (existen multitud de convenios de intercambio de información con otros países). Si deciden presentar, aún hoy, la declaración inicial sin que se les requiera por parte de la Administración, la sanción mínima será de 1.500 euros.
Alguno se llevará una desagradable sorpresa. Ya lo verán.
 
¿Y qué tiene todo esto que ver con el genocidio? Se preguntarán.
 
El Gobierno ha decidido equipar inicialmente a nuestros “retornados” con genocidas, con terroristas con delitos de sangre,…, en lo que respecta a la “prescripción” de los hechos. Si usted es un defraudador fiscal puede librarse de la correspondiente sanción si ha transcurrido el tiempo estipulado para que opere la prescripción, pero, ¡Ay! si usted es un abuelo con una casa en Ciudad de la Plata (Argentina), por poner un ejemplo,  y no lo ha notificado a Hacienda, lo tendrá difícil.
Se establece “de facto” la imprescriptibilidad de la obligación tributaria. Se considerará que ha obtenido una ganancia patrimonial no justificada que le será imputada al último de los ejercicios no prescritos. Salvo que pueda justificar la no obligación de declararla.
Solamente, que yo conozca, rige la “imprescriptibilidad” en el ámbito penal, y está prevista para los delitos de lesa humanidad y de genocidio, los delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, así como los de terrorismo si hubieren causado la muerte de una persona.
 
Algunas veces da la sensación de que las cosas se nos escapan de las manos.
 
Es una forma de luchar contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales. Otras son las “amnistías fiscales”.

martes, 10 de diciembre de 2013

La condena (I)

He podido comprobar estos días como la entrada que titulé “Condenados” ha tenido una importante capacidad de atracción, y estoy seguro de que ha sido más por el término utilizado que por el contenido. Hay palabras que nos suscitan cierto morbo, sino ¿de qué vivirían algunas cadenas de televisión?
 
De todas formas he creído necesario, por sentido de la responsabilidad, profundizar un poco más en el tema y me he puesto a leer “la condena”. 116 páginas. Espero no tardar mucho tiempo en hacerles llegar un pequeño resumen de lo que contiene el informe de esta importante auditora (PWC). De momento, y antes de llegar a las conclusiones, les iré avanzando poco a poco su contenido.
 
En principio, y a pesar del potencial adivinatorio inicial que se le atribuye, las perspectivas no son malas, me refiero a las primeras líneas de la presentación y a sus reflexiones: “Necesitamos otro modelo productivo”, “El anterior modelo ha estado basado en buscar la competencia vía precio, haciendo las cosas más baratas. […] debemos competir por valor añadido, haciendo las cosas mejor”. “Implica cambios… innovación, internacionalización, economía del conocimiento,…”.
 
El primer capítulo del informe trata sobre las proyecciones (o expectativas) que realizan los empresarios de nuestro país. Hasta el momento no he podido encontrar en la lectura a qué empresarios se refiere, quiénes han sido los encuestados, qué sectores, qué tamaño de empresa, ni cuántos componen la encuesta. Creo que estos son datos fundamentales para verter opiniones, máxime si proceden de una gran corporación que pretende contribuir positivamente al desarrollo de nuestra economía. Espero que estas dudas tengan respuesta en las siguientes páginas del informe.
 
Como decía, las conclusiones que se extraen de esta “encuesta” son:
Los empresarios se dividen en dos grupos, los que anticipan una clara recuperación y los que ven una Europa no igualitaria en la que España jugará un rol de segunda categoría (ya no estamos en la Champions) con empleo de bajo valor añadido.
 
Ambos grupos coinciden en que nuestra economía crecerá por debajo del 3% durante los próximos 20 años. Existe unanimidad.
 
La mitad considera que necesitaremos inmigración para atender la demanda de trabajo, obviamente la otra mitad no. Tampoco conozco la fecha de la encuesta (me hace pensar en el 27% de tasa de desempleo).
 
El 78% considera que aumentará el nivel de formación (en clara referencia a un menor abandono escolar), pero el 61% que no mejorará la calidad de la educación (desde infantil a la universitaria).
 
El 55% considera que aumentará la inversión en I+D y la innovación empresarial.
 
El 61% ve una España industrial.
 
El 96% considera que aumentará el nivel de internacionalización de nuestra economía (o empresas). Aquí no tengo ninguna duda.
 
El 76% considera que la inversión empresarial será inferior a la existente en los años previos a la crisis (2007-2008).
 
El 71% considera que el ahorro y el consumo mantendrá una relación intermedia, no seremos tan consumidores como EEUU ni tan ahorradores como Japón. (En el término medio está la virtud).
 
Las decisiones principales que les motivan para llevar a cabo inversiones son las expectativas de ventas, de beneficios y la financiación (su disponibilidad y coste).
 
Casi el 60% considera que las políticas nacionales no impulsarán el crecimiento sostenible e inteligente; respecto a las políticas que proceden de la Unión Europea, existe empate en este aspecto, 50% considera que impulsarán el crecimiento sostenible y el 50% no.
 
Básicamente ésta es la primera parte de la “sentencia”, un capítulo introductorio para sondear el sentir de los empresarios.
 
Continuará…

lunes, 9 de diciembre de 2013

Instrumentos financieros.

Continuando con mi modesta contribución al objetivo de aumentar lo que hemos denominado la cultura financiera creo que es necesario, para llevar a cabo esta ingente labor, comenzar a construir el edificio intelectual partiendo de los principales conceptos y términos que nos suenan muy familiares, muy próximos, pero de los cuales apenas conocemos poco más que su nombre.
 
Así que hoy toca hablar de la materia prima, de la sustancia esencial en el mundo financiero, los llamados instrumentos financieros. Su origen son los denominados activos, los cuales podemos definir como bienes o derechos.
 
Los activos podemos clasificarlos en reales, como la vivienda, o financieros. Estos últimos son los que denominaremos instrumentos financieros, títulos emitidos que constituyen un medio de mantener riqueza para quienes los poseen. Expresan la posesión de riqueza: acciones, bonos, opciones, contratos de futuro,… Por el contrario, para quienes emiten o generan estos títulos suponen un pasivo, una obligación.
 
A los activos financieros (o instrumentos financieros) se les atribuyen dos funciones fundamentales: la primera, transferir fondos entre los diferentes agentes económicos; la segunda, es la de transferir riesgo entre esos agentes. El emisor de los títulos puede buscar repartir los riesgos entre los diferentes participantes en los mercados. Quizás alguno de los lectores recuerde o conozca las denominadas “titulizaciones”; unos paquetes financieros que incorporaban distintas clases de créditos, desde los más solventes hasta aquéllos con mayor riesgo (hipotecas basura –subprime-) y que eran vendidos a los diferentes inversores a lo largo y ancho del planeta. La idea era repartir riesgo mediante la ingeniería financiera, y así contaban con altas calificaciones por parte de las agencias de rating.
 
Tres características básicas destacan en estos activos o instrumentos financieros:
 
  • Liquidez.
  • Riesgo.
  • Rentabilidad.
 
Algo fundamental a tener en cuenta y que se deberíamos tener siempre presente, siempre, es que un activo financiero es más rentable cuanto menor sea su liquidez y mayor su riesgo. Analicemos más detenidamente estas tres características.
 
¿Qué se entiende por liquidez? La capacidad que posee un activo para transformarse en medio de pago, en dinero líquido a corto plazo, sin sufrir pérdidas de valor.
El grado de liquidez está en función de la rapidez de transformación en dinero líquido, de los costes de transacción (bajos) y de que exista certeza de que se realice sin pérdidas. Los activos más líquidos son el dinero legal (monedas y billetes) y el dinero bancario (una cuenta bancaria que pueda movilizarse por ejemplo con cheques).
 
¿Qué entendemos por riesgo? La incertidumbre sobre un rendimiento esperado en el futuro de una determinada inversión. Algunos autores la definen como la probabilidad de que a su vencimiento el emisor cumpla con las cláusulas de amortización y rentabilidad.
Asimismo, y más técnicamente, el riesgo se relaciona con la varianza en una distribución de probabilidad conocida; a menor varianza menor riesgo.
Si queremos formar una cartera de inversión (acciones, bonos, depósitos,…) podríamos eliminar el riesgo asistemático (el riesgo financiero y el de negocio) pero no el riesgo sistemático (de mercado) porque no es diversificable.
 
¿Qué es rentabilidad? Podemos definirla como la capacidad que posee un activo de producir intereses u otros rendimientos al que lo adquiere, como pago por su cesión temporal de capacidad de compra y de su asunción temporal de riesgo.
 
Continuará…

domingo, 8 de diciembre de 2013

Un escenario sospechoso.



Resulta curioso como en algunas ocasiones una noticia de prensa puede dar lugar a la obtención de conclusiones que poco o nada tienen que ver con la intención inicial. Y digo curioso por la contradicción aparente entre el mensaje que se lanza y el escenario que se utiliza para lograr los fines o propósitos.

El gerente del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, podría haber sido cualquier otro el emisor del mensaje tal y como se están desarrollando los últimos acontecimientos, en un foro celebrado en el mes de octubre (VI Foro Club Gertech) justificó (según prensa) la necesidad de los recortes a corto plazo en el sector sanitario como medida para alcanzar el “cambio estratégico” basado en la “anticipación, prevención, educación para la salud y autocuidado”. Recortes que, adivinen, se centran en personal, salarios, cartera de servicios, inversiones y precios.

De entrada, y teniendo como única fuente el medio de información, resulta llamativa la relación que se nos muestra entre “cultura sanitaria”, vía educación, prevención y autocuidado, y “medidas económicas”, vía recortes salariales, de inversiones, precios,… Parecen querer decirnos que sin recursos no nos va a quedar otra que apostar por llevar una vida sana, saludable. Da la sensación de que se trata más de un castigo que de una motivación; como no comes la verdura te quito… los lácteos, la carne. Cada uno tiene su manual para educar.
En fin, quedémonos con que la relación es intencionada y que ha sido sacada de contexto. Ya conocen como son estos periodistas.

Pero si profundizamos un poco más y hacemos abstracción de casi todo lo que rodea la noticia, el contenido del mensaje, el emisor, los receptores, y nos quedamos mirando únicamente al escenario, resulta paradójico que el foro en el que se exponen estas ideas esté patrocinado por los líderes mundiales de la tecnología médica (MedTronic, Roche, Philips,…). Supongo, hablamos de suposiciones ya que no tengo mayor información, que si estas grandes empresas participan en esta “buena causa” será porque son las primeras interesadas en que los ciudadanos llevemos una vida sana, que utilicemos en la menor medida de lo posible los servicios sanitarios y no abusemos de medicamentos, de pruebas médicas, etcétera, etcétera. Sino no veo que intenciones pueden tener en patrocinar esta clase de eventos. Ya sabemos que estas grandes corporaciones, con miles de trabajadores por todo el mundo, se dedican al altruismo, a lo que hoy muchos conocemos como Responsabilidad Social Corporativa o ética empresarial.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Un nuevo proyecto.

Sucede en algunas ocasiones que cuando menos te lo esperas te vienen a la cabeza algunas ideas (quizás eso que llaman inspiración) y después de darles muchas vueltas decides ponerlas en marcha.
Ayer estaba escuchando una entrevista a uno de los economistas más relevantes que tenemos en la actualidad, Antón Costas; su currículum es extenso y fácilmente localizable en Internet, por lo que me ahorro el trabajo de resumirlo aquí. En un momento de la entrevista el Sr. Costas hizo referencia a la escasa cultura financiera que existe entre nuestra población, y citaba como ejemplo lo sucedido con las denominadas “preferentes”.
Pues bien, esta circunstancia me hizo plantearme porqué no utilizaba el blog para poner mi granito de arena y contribuir, aunque sea modestamente, a aumentar esa cultura financiera, al fin y al cabo tengo algunos conocimientos adquiridos que podría compartir con los pacientes lectores.
En un principio me planteé la opción de abrir un nuevo blog pero la descarté rápidamente, principalmente por carecer de tiempo suficiente para mantener actualizados dos blogs. Así que he decidido utilizar esta plataforma para incorporar una serie de entradas, quizás más técnicas que las habituales, que pueden ayudar a algunos de los lectores a conocer un poco más en profundidad tanto los denominados mercados financieros como los instrumentos que se manejan y, como no, a tomar decisiones un poco más fundamentadas o al menos con mayor información.
La filosofía inicial del blog se mantendrá, es decir, el análisis un tanto informal de lo que se publica en los medios de comunicación pero iré intercalando algunos textos, llamémosles, más formales.
Espero que este nuevo proyecto tenga buena acogida y que los tecnicismos que seguro aparecerán a lo largo de las exposiciones no les aburran y cansen. Si sirve para que al menos uno de los lectores tome una decisión financiera fundamentada tras haber leído este blog el esfuerzo habrá merecido la pena.

Pues bien, después de esta declaración de intenciones empezaré con una pequeña introducción. ¿Qué es un sistema financiero?
Un sistema financiero está constituido por el conjunto de instituciones, mercados o instrumentos que orientan o dirigen el ahorro desde las unidades económicas con superávit, los ahorradores, hacia las unidades económicas que desean endeudarse (prestatarios). Es decir, un sistema financiero intermedia, capta, el excedente de los ahorradores y lo dirige hacia los que necesitan esos excedentes, los prestatarios.
El grado de eficiencia en esta intermediación condiciona el resultado final de toda la economía de un país.
Cuando las unidades deficitarias, es decir, los que necesitan endeudarse (por ejemplo una empresa para llevar a cabo inversiones) emiten activos financieros (por ejemplo, acciones), estos activos financieros se denominan “primarios”.
Los intermediarios financieros (Bancos, Cajas de Ahorro,…) se posicionan entre los demandantes de financiación y los ahorradores. Cuando estos intermediarios emiten activos financieros, éstos se denominan “secundarios” (por ejemplo, depósitos de ahorro o a plazo).
Si los mediadores del mercado cobran una comisión por poner en contacto a ahorradores y demandantes de fondos se denominan “Brokers”. Por el contrario, si asumen riesgos por cuenta propia, comprando los activos y luego vendiéndolos se denominan “Dealers”.
En los países anglosajones los mercados representan la principal vía de financiación y en la Unión Económica Monetaria son las entidades bancarias quienes tienen el protagonismo.

Continuará…

jueves, 5 de diciembre de 2013

"B"

“B”, de bueno, bonito, barato,… una letra del abecedario que se ha puesto de moda, si es que alguna vez dejo de estarlo, y que últimamente ha copado muchos de los titulares  de prensa. Partidos políticos, grandes empresas, asociaciones sin ánimo de lucro, instituciones, etc., etc.
 
Pues bien, en relación con todo este entramado de ocultación, falsedades, mentiras, que estamos viendo, y que posiblemente seguirán apareciendo, me pareció interesante mostrar qué es lo que recoge el Código Penal respecto al delito contable. Según se recoge en el artículo 310 será castigado con “pena de prisión de 5 a 7 meses al que estando obligado por ley tributaria a llevar contabilidad mercantil o libros o registros oficiales:
            b) Lleve contabilidades distintas que referidas a una misma actividad y ejercicio económico, oculten o simulen la verdadera situación de la empresa.
            c) No hubiere anotado en  los libros obligatorios negocios, actos, operaciones o, en general, transacciones económicas, o los hubiere anotado con cifras distintas a las verdaderas.
            d) Hubiere practicado en los libros obligatorios anotaciones contables ficticias.
 
            La consideración como delito de los supuestos… párrafos c) y d)… requerirá que se hayan omitido en las declaraciones tributarias o que las presentadas fueran reflejo de su falsa contabilidad y que la cuantía… exceda… de 240.000 euros por cada ejercicio económico.
 
Pero, siempre hay un pero, el delito contable se concibe como supuesto de hecho del delito fiscal, y la condena por delito fiscal impide la aplicación del delito contable como consecuencia del principio “non bis in ídem”, o lo que es lo mismo, no se puede condenar dos veces por el mismo hecho.
 
Para aclarar la situación, y para que nadie se alarme, es interesante conocer cómo se castiga el delito fiscal en el código penal, artículo 305. En su apartado 1 dice que “el que por acción u omisión, defraude a la Hacienda Pública… (y la cuota) exceda de ciento veinte mil euros será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años y multa del tanto del séxtuplo de la citada cuantía, salvo que hubiere regularizado su situación tributaria”. ¿Cómo? Pues “cuando se haya procedido al completo reconocimiento y pago de la deuda”, eso sí, tiene que ser antes de que la Administración Tributaria le haya notificado el inicio de actuaciones de comprobación o investigación, o antes de que el Ministerio Fiscal, el Abogado del Estado, entre otros, interponga querella o denuncia, o antes de que el Juez de Instrucción realice actuaciones que le permitan tener conocimiento formal de la iniciación de diligencias.
 
Las penas pueden ser mayores dependiendo de los importes defraudados y de otras circunstancias, como pertenencia a organización criminal o ocultación en paraísos fiscales, por ejemplo.
 
También puede ser que estén prescritos los ejercicios, y aquí paz y gloria.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Condenados.

Veinte años y un día es la condena que nos ha impuesto una de las grandes auditoras, Pricewaterhousecoopers (PWC).

Según un informe que se presentará hoy hasta dentro de 20 años no volveremos a crecer a ritmos similares a los previos a la crisis, y no contentos con esto nos dicen que el empleo destruido no se recuperará, nada menos, que hasta 2033. ¡Casi nada!

Lo chocante del tema, y a la espera de conocer más en profundidad el contenido del informe, es la facilidad que tienen algunos para prever el futuro. Lo triste es que muchos de los que hoy continúan haciendo pronósticos no han sido capaces de prever la situación en la que nos encontramos, aunque ahora se suban al carro y nos digan que ellos sí nos avisaron. De hecho ya saben ustedes que corren por ahí informes fantasma de exministros que nunca llegaron a ver la luz.

La tecnología, los procesos de producción, la innovación empresarial, los recursos humanos, las relaciones comerciales, los cambios geopolíticos, la legislación, las decisiones de política económica, etcétera, etcétera, parece ser que no tendrán ninguna repercusión durante los próximos veinte años. ¿Cuánto tiempo llevan ustedes navegando por Internet, utilizando redes Wifi, Smartphone,…? ¿Cuántos soñaron que serían ricos temporalmente gracias al ladrillo? Por poner sólo algún ejemplo.

Una vez más tengo que parafrasear a uno de mis autores de cabecera, N. Taleb: “Somos una especie con excesiva estrechez de miras para considerar la posibilidad de que los acontecimientos se salgan de nuestras proyecciones mentales; pero, además, nos centramos tanto en cuestiones internas del proyecto que no tenemos en cuenta la incertidumbre externa”. O también, “Nuestro aparato emocional está diseñado para la causalidad lineal. Pero la realidad raramente nos concede el privilegio de una progresión positiva, lineal y satisfactoria”.

En fin, estoy optimista. Veinte años no es nada.

martes, 3 de diciembre de 2013

Aclaración.

Solucionado el tema. La Agencia Tributaria con la diligencia que se le reconoce ha solventado la confusión.

Nota informativa

Se supone que ahora deberían tomar medidas o ¿con una nota informativa es suficiente?

Ficticio, imaginario, real ¿Cuál es la diferencia?

Tengo que reconocer que desconozco como se está desarrollando todo el proceso interno en relación con las cuentas fiscales del “yerno” y su “troupe”, exceptuando, claro está, las decenas de titulares que se publican casi a diario en los medios de comunicación. Tampoco es que tenga especial interés, para mí es un tema con un final muy previsible, excepto que el director nos sorprenda con uno de ésos que te dejan con los ojos como platos al finalizar la proyección y que quedan para los anales del cine. Pero aún así el argumento es muy tosco y no me despierta mucha expectación, excepto por el elenco de actores. Hay que reconocer que para la representación se han elegido a unos de primerísimo nivel, con caché más que reconocido. La productora no ha escatimado.
 
Pero lo cierto es que toda esta historia comienza, sino lo hacía ya, a oler a chamusquina. Primero, que la imputación de la venta de las fincas no es correcta, existe un error, varios errores, en la titularidad (casualmente por parte de varios notarios, presuntamente); después, se admiten facturas deducibles que en un primer momento se calificaron como ficticias, que según se recoge en la Real Academia de la Lengua ficticio es un adjetivo que significa fingido, imaginario o falso.
 
Mira que llevo años en el tema de la fiscalidad y reconozco que no se acostumbra a ver como la Agencia Tributaria rectifica, y en tan poco tiempo, a favor de un mismo contribuyente. Suele hacerlo en algunos casos concretos si se les demuestra que están equivocados y el contribuyente lleva razón, que aunque parezcan la misma cosa existe una diferencia sustancial, pero les cuesta, suelen ser muy desconfiados y las pruebas que se aporten tienen que ser muy evidentes, muy clarificadoras. En otras ocasiones  rectifican, si ésta es la palabra más adecuada, tras un largo periodo (años) de batalla legal, y por que les obligan. Eso sí, primero debes pagar la cuota exigida u ofrecer garantías suficientes para reclamar ante instancias superiores.
 
Podemos decir que el, en este caso la, contribuyente ha tenido “fortuna”, como aquél individuo al que solía tocarle con más frecuencia de lo habitual la lotería de Navidad.
 
En fin, quedémonos con el hecho de que las facturas eran “imaginarias” sólo en un primer momento. Cuántas veces no nos han dicho que la realidad supera a la ficción. Pues eso, que ahora son reales como la vida misma, o no, ya sabemos lo que decía Calderón de la Barca, la vida es sueño.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Una promesa.

Sí, resulta que era una promesa, la expresión de la voluntad de hacer algo, y como tal, uno debe cumplirla. Eso sí, era una promesa electoral, y últimamente parece que el adjetivo desvirtúa la voluntad. Pero en esta ocasión tenemos que decir que sí se ha materializado.

La demanda de los empresarios era la de no tener que ingresar el IVA en las arcas de la Hacienda Pública hasta que ellos no lo hubieran cobrado. Opción, por otro lado, que ya se contemplaba en la normativa aunque sujeta al arbitrio, digamos aprobación, de la Agencia Tributaria.

Todos se las prometían felices. Sólo pagarían cuando cobraran sus facturas. Ahora bien, faltaba la otra cara de la moneda; podrán deducir el IVA de sus compras cuando lo paguen. Adiós a las expectativas creadas, al entusiasmo inicial, como esas botellas de gaseosa o de cava que pierden su fuerza nada mas abrirlas.

Diferentes colectivos de profesionales estiman que podrán beneficiarse de este nuevo sistema entre un 3% y un 10% de las empresas. Otras encuestas muestran que un 25% de los asesores considera que las empresas mejorarán su situación financiera gracias este sistema; el 75% no lo considera así.

Además, no todas las empresas podrán aplicarlo, se excluyen a las que tengan un volumen de operaciones superior a 2.000.000€, entre otras.

Falta un mes para que las empresas tomen la decisión de incorporarse a este nuevo sistema de caja en IVA. Desde esta pequeña aldea de Astérix mi experiencia a día de hoy es que un 2% de las empresas y profesionales ha decidido acogerse, los motivos principales son porque facturan a la Administración y al sector de la construcción.

Era una promesa.

domingo, 1 de diciembre de 2013

¿Leyes necesarias?

Si a los ciudadanos de a pie nos cuesta creer que la economía de nuestro país ha mejorado sensiblemente, tengo la impresión de que también nos cuesta creer que vivimos en una sociedad en la que sus ciudadanos dedican su escaso tiempo a atacar a las diferentes instituciones que configuran nuestro entramado administrativo, por llamarlo de forma que nadie se ofenda.
¿Realmente es necesaria una Ley de Seguridad Ciudadana? ¿No es suficiente con la actual legislación administrativa, civil, penal, etcétera, etcétera?
Al parecer, no.
Si nos paramos a leer algunas de las infracciones que contiene la ley da la sensación de que lo que se busca es preparar el terreno y evitar que salgan malas hierbas en épocas de recolección. Experiencias anteriores parecen haberles puesto en alerta.
Algunas de estas infracciones que serán duramente sancionadas (económicamente) son:

  • Convocatoria y asistencia a manifestaciones con finalidad coactiva desde el fin de campaña electoral hasta el fin de la votación. No sé porqué pero me trae algunos recuerdos sobre ciertas armas de destrucción masiva. 
  • Concentraciones no comunicadas ante instituciones del Estado… 
  •  Obstruir a la autoridad en la ejecución de sus decisiones administrativas o judiciales, como en los desahucios. ¿Era necesario el ejemplo? 
  •  Perturbación del orden en campaña electoral. ¡Más de lo mismo! 
  •  Escalar edificios públicos o históricos como forma de protesta. Por su bien, por si se caen. 
  •  Etcétera, etcétera.
 Todas ellas “nuevas” violaciones del orden público que carecían del castigo adecuado. ¿De verdad?

Recuerdo al respecto lo que escribió Todorov en uno de sus libros y que se le imputa al Juez Serge Portelli, y que aunque pertenece a otro contexto diferente bien podríamos decir que concuerda con la situación actual de incontinencia legislativa: una de las más serias amenazas que pesan sobre nuestras democracias es “una sociedad absolutamente segura, de tolerancia cero, de prevención radical, de encarcelamiento preventivo, de desconfianza sistemática del extranjero, de vigilancia y de control generalizado”. Dicho queda.

Leo en un diario de ayer: “Arrestado un célebre activista… por desafiar la nueva legislación sobre manifestaciones”. No, no se trata de nuestro país, sino de Egipto. Sé que dicen que las comparaciones son odiosas y que la relación que se desprende puede ser espuria e intencionada, y lo es, pero no deja de ser curiosa la coincidencia en el mismo día. Bueno, al fin y al cabo vivimos en un mundo globalizado.


viernes, 29 de noviembre de 2013

Competitividad III


Capacidad, o mejor dicho, incapacidad de los directivos. Sí, es otra de las razones que afectan a la competitividad de nuestras empresas y que estoy seguro de que pocas veces lo habrán escuchado. No suele salir en los medios de comunicación que nuestros directivos disponen de pocas capacidades; por contra, son los trabajadores los que suelen ser el centro de las miradas cuando se trata de buscar soluciones para “dinamizar” el mercado, para buscar mejoras de eficiencia.

El proceso de toma de decisiones en el ámbito empresarial, tarea esencial de la clase directiva,  está afectado por una serie de características:

El entorno es incierto, tanto en lo que respecta al ámbito económico, social como tecnológico; se desconoce como responderán los competidores a las acciones de la empresa y se desconoce cuales son las preferencias de los consumidores; podemos afirmar que el proceso de decisión está influenciado por la existencia de incertidumbre.

Otras características son: la interrelación de la empresa con su entorno es compleja y, además, existen conflictos dentro de las organizaciones, entre los que toman decisiones y los que se ven afectados directamente por ellas.

Consecuencia de todo ello es que los directivos requieren una serie de habilidades concretas, ya sean humanas, técnicas o conceptuales, y además, estas habilidades pueden caracterizarse por ser genéricas, sectoriales o específicas para una empresa en particular.

Los directivos se consideran las variables que explican el éxito, o parte del éxito, de las empresas. Ayudan a crear y mantener ventajas competitivas, lo que se conoce como intangibles. Para lograr estos intangibles los directivos deberían centrarse:
  • En planteamientos de desarrollo de la empresa a largo plazo. Cuántas veces no se han buscado beneficios a corto plazo con el objetivo de obtener “bonus”, aumentar la cotización en bolsa (las grandes corporaciones) y repartir dividendos entre sus accionistas.
  • En una cultura centrada en el sector “real” de la economía más que en el mundo financiero. Más de lo mismo.
  • En la formación y motivación de los trabajadores. Utopía?
  • En buscar la cooperación entre las distintas unidades (departamentos) que conforman la empresa, en la calidad de los procesos y productos, en el análisis de la competencia, …
Todas estas características que deberían formar parte de las capacidades de los directivos parecen estar ausentes en muchas de las empresas de nuestro país lo que influye a la hora de lograr esas ventajas que permiten competir en los mercados.

Otra prueba más de que no sólo de pan y agua vive el hombre, quiero decir, de que no sólo con reducción de costes salariales se gana competitividad.

 

Continuará….

jueves, 28 de noviembre de 2013

Al César lo que es del César.

A primera vista tampoco parece un gran problema, es más, ni siquiera me atrevería a decir que sea un problema.

Al parecer se ha montado un poco de revuelo por la noticia de que mañana viernes se aprobará una nueva legislación para la banca y a la que algunas fuentes ya han catalogado de “regalo”. Lo cierto es que tampoco me extraña, cualquier noticia relacionada con el sistema financiero levanta ampollas entre los ciudadanos.

A estas alturas no seré yo quien defienda a estas entidades, creo que muchas de sus prácticas habituales han sido denunciadas en diferentes ocasiones, pero también creo que en este caso las críticas carecen de fundamento ¿Por qué?

Sin entrar en profundidad en la normativa actual que rige los designios contables y fiscales de la banca, tampoco tengo mucho tiempo disponible para ello, y vista alguna de las noticias publicadas, lo cierto es que este presunto “regalo” puede no ser tal. Estos créditos fiscales o derechos que posee la banca existen también en cualquier otro tipo de sociedad de capital, sea grande o pequeña, y muchas veces tienen su origen en los resultados negativos (pérdidas) que se han producido en ejercicios anteriores. Cuando la sociedad tiene pérdidas puede reconocer en su balance un derecho fiscal que podrá deducir en los próximos ejercicios, cuando regrese a la senda de los beneficios.

Personalmente, lo que he entendido de la noticia publicada es que se permitirá a estas entidades financieras considerar como capital estos créditos fiscales, al igual que ya sucede en otros países de la Unión Europea, lo que les ayudará a reforzar sus balances, su solvencia, ante los próximos test de estrés. Entiendo que al mismo tiempo este artificio legal les tendría que permitir liberar recursos (mayor liquidez) para conceder créditos a familias y empresas. Esto en teoría, otra cosa es que lo hagan.

Todo ello, claro está, sin conocer la nueva normativa bancaria pendiente de aprobar y sin profundizar excesivamente.

Apuesto a que la noticia tendrá poca repercusión, verán como desaparece rápidamente.

 

 

 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Abonando el terreno.

Poco a poco se va terminando otro año difícil, tenemos a la vuelta de la esquina el último mes y, los más rezagados, todavía están a tiempo de planificar su factura fiscal.

Supongo que muchos, o algunos de ustedes, habrán recibido publicidad de su banco o Caja (si todavía existen) invitándoles a que abran un plan de pensiones o, si ya disponen de él, a aumentar sus aportaciones. Incluso algún medio de comunicación escrito regalaba manuales para conocer este tipo de productos financieros. Año tras año se repite el mismo ritual por estas fechas, pero en esta ocasión con un agravante, la preparación previa del entorno, del escenario.

Las noticias más recientes están creando el clima idóneo para que el mensaje se vaya asimilando: “El deterioro de la Seguridad Social eleva el déficit público…”; Guindos anuncia un hachazo a las comisiones máximas de los planes de pensiones (la medida beneficiará a 4,6 millones)”; “El Gobierno da un paso al frente para incentivar el ahorro privado…”.

Con la entrada en vigor del llamado “factor de sostenibilidad” que se incorporará a la futura Ley de reforma del Sistema, las pensiones públicas perderán poder adquisitivo a partir del año que viene. Así que vayan preparándose. El caldo de cultivo ya está listo: Modificamos el contexto normativo (reducción de pensiones públicas, reducción de los tipos de remuneración de nuestras cuentas de ahorro -1.700 millones se ahorrarán los bancos-,…), publicitamos el producto con los mensajes oportunos y, por último, ponemos el cebo adecuado (reducción de comisiones, ventajas fiscales,…).

Bienvenidos a los mercados financieros.

Los que todavía tengamos posibilidades de ahorrar seremos cómplices de esos entes amorfos y, además, les exigiremos que se preocupen por la rentabilidad de nuestras inversiones.

Otra opción es el colchón, siempre útil como “último” recurso.

martes, 26 de noviembre de 2013

Competitividad II



Hablaba en una entrada reciente de las razones de falta de competitividad de nuestras empresas españolas, tratando de mostrar que el discurso oficial que pretenden imponernos tiene más caras, no son sólo los costes salariales los causantes de la falta de competitividad.

Otra de las razones que afectan, como les había avanzado, es la ausencia de innovación y mejora tecnológica en nuestras empresas. Rutinas de trabajo que no incorporan la tecnología adecuada, o no incorporan ninguna, y que no proporcionan las tan necesarias ventajas competitivas.

Pero algo llamativo, y que salvo en sectores concretos no tiene mucha presencia en la sociedad, es la denominada “indefinición del modelo de relaciones propiedad-dirección”; otra de las razones de la falta de competitividad de las empresas.

Para los no versados en el mundo de las grandes (y no tan grandes) corporaciones y finanzas decirles que éstas distinguen entre propiedad, tanto los grandes accionistas de referencia como los pequeños, y la dirección, quienes se encargan de conseguir los objetivos marcados por la propiedad (entiéndase los accionistas de referencia).

La relación entre ambas partes da lugar a dos alternativas o, llamémosle, clases de capitalismo.
El primero sería el capitalismo centroeuropeo y japonés. Considera que la existencia de accionistas activos, con participaciones significativas y permanentes, hace posible el desarrollo de estrategias a medio y largo plazo. Este capitalismo, a pesar de lo paradójico del término, enfatiza las imperfecciones de los mercados como asignadores de recursos.
El segundo sería el capitalismo anglosajón. La dirección, no la propiedad aunque con su connivencia, se preocupa del corto plazo, tiene aversión al riesgo, a la innovación y a las inversiones con elevado período de maduración. Es decir, su objetivo es el mercado de valores, las bolsas, que la cotización de la empresa aumente de manera continuada. Para ello, el objetivo es la búsqueda de beneficios a corto plazo.
Si en el primero de los modelos podemos albergar alguna duda sobre la ética de los negocios, en el segundo quedan despejadas todas. La búsqueda de beneficios a corto plazo nos lleva al todo vale.
Algunos se alegran de la entrada de capitales extranjeros en nuestro país. Siempre son buenas noticias. Falta la letra pequeña.

Por cierto, y hablando de competitividad, decirles que nuestro modelo competitivo tenía trazas de basarse en el sector exterior, nuestro PIB crecía gracias a las exportaciones. ¿Se acuerdan? Pues parece ser que de momento no será así. Las exportaciones del tercer trimestre se han pegado un batacazo importante. Nos dicen que debido a las dudas de nuestros socios europeos. Pero no se preocupen, las importaciones han crecido y los optimistas han cambiando el discurso.  Éste es un buen síntoma, compramos, así que podemos constatar que la senda de recuperación va por buen camino. ¡País!

Continuará…

lunes, 25 de noviembre de 2013

Fundamentos y emprendedores.

A estas alturas creo que todo somos conscientes de haber despertado de un bonito sueño y de que nos encontramos de repente con que somos pobres, o volvemos a ser pobres. Eso sí, comparativamente pobres, como dice Antonio Muñoz Molina; todo depende de con quién nos comparemos, tanto geográfica como temporalmente. En un club de ricos somos los parientes pobres y tendremos que aprender nuevamente a convivir y a tomar decisiones teniendo presente el término “escasez”.
 
Pero todo aquello se terminó y debemos volver a los antiguos paradigmas. Porque uno de los fundamentos o principios que nos enseña la economía es que para satisfacer nuestras necesidades debemos partir de la premisa de que los recursos son escasos, aunque durante mucho tiempo lo habíamos olvidado, y además debemos tener en cuenta que somos seres racionales, aunque también lo habíamos olvidado. Tendremos que volver a preguntar el precio de las cosas antes de tomar decisiones. Otro concepto económico viene al hilo: la utilidad. ¿Cuál es la utilidad de los bienes y servicios que adquirimos?
 
Escasez, racionalidad, utilidad, precio, incluso eficiencia, son términos que deberían estar presentes en nuestras costumbres como consumidores y que han sido aparcados durante buena parte de este nuevo siglo. Eso sí, muchas veces inducidos a ello, sin ser conscientes de la manipulación a la que éramos sometidos, pero sin que tampoco podamos eludir toda responsabilidad, hemos cometido actos impulsados por el deseo de poseer, por la avaricia.
 
En fin, tendremos que echar mano de aquella, entre otras, herramienta teórica que sirve para analizar cuál es el coste de conseguir algún bien: el llamado “coste de oportunidad”. El coste de la alternativa a la que renunciamos, el valor del bien o servicio al que se renuncia para adquirir otro.
 
¿Les parece extraño? ¿Creen que sólo los profesionales de la economía piensan así?
De hoy en adelante, y según dispone el BOE, las nuevas generaciones adquirirán los conocimientos oportunos para integrarse en el mundo laboral con mentalidad empresarial. Véase la reciente Ley 14/2013, de 27 de septiembre y que lleva por título “Ley de apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización”.
Artículo 4.1. Los currículos de Educación Primaria, Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional incorporarán objetivos, competencias, contenidos y criterios de evaluación de la formación orientados al desarrollo y afianzamiento del espíritu emprendedor, a la adquisición de competencias para la creación y desarrollo de los diversos modelos de empresas y al fomento de la igualdad de oportunidades y del respeto al emprendedor y al empresario, así como a la ética empresarial.
Nuestros benjamines ya serán empresarios en potencia desde que comienzan a leer. Y además se les enseñarán valores importantes: respeto al emprendedor y al empresario.
Artículo 5.1. Se promoverán las iniciativas de emprendimiento universitario para acercar a los jóvenes universitarios al mundo empresarial.
Artículo 6.1. El personal docente que imparte las enseñanzas que integran el sistema educativo deberá adquirir las competencias y habilidades relativas al emprendimiento, la iniciativa empresarial, la igualdad de oportunidades en el entorno empresarial, y la creación y desarrollo de empresas, a través de la formación inicial o de la formación permanente del profesorado. ¿Creían que se iban a librar?
 
Bienvenidos al mundo empresarial. Ya lo decía González-Pons, “Aspiramos a que se creen en la próxima legislatura tres millones y medio de puestos de trabajo”, para ello “haría falta crear un millón de empresarios”.
 
Francamente, no sé si les dará tiempo.


sábado, 23 de noviembre de 2013

Tertulianos.

Uno tiene la sana costumbre de madrugar y de darse una vuelta, metafóricamente hablando, por algunas de las emisoras de radio de nuestro país para ver como se presenta el día en relación a los diferentes acontecimientos que se han producido o que se prevea que pueden tener repercusiones a lo largo de la jornada.

En una de estas tertulias matinales me encontré con que se estaba debatiendo el tema de los ajustes que proponían desde Bruselas ante la poca credibilidad que otorgaban a nuestros presupuestos para el ejercicio 2014, básicamente por la incapacidad para lograr el límite de déficit que marca el Pacto de Estabilidad y que tantos quebraderos de cabeza nos está dando.

Bruselas no tiene, o no conoce, los datos que manejan el ministro y su equipo. Los requerimientos o recomendaciones no serán atendidos porque las expectativas de crecimiento son mayores que las que estima la Comisión. Grosso modo esta era la argumentación de uno de los tertulianos.

Si así fuese, si Bruselas sólo dispone de una foto fija, de una instantánea, de los presupuestos españoles sin mayores aclaraciones, explicaciones o cálculos, creo que deberíamos estar seriamente preocupados. ¿Por qué?

El ministro tiene, según la argumentación del tertuliano, datos que desconocen en Bruselas sobre la evolución de nuestra economía. “El ministro tiene información más próxima”, venía a decir. Se trata de la primera vez que Bruselas, el Consejo de Ministros de Economía, analiza los presupuestos de los países antes de que sean aprobados por los respectivos Estados. Según informaciones de la prensa, si éstos no se ajustan o no son del agrado del Consejo podría obligar a los países a  “enmendar” seriamente los presupuestos. Aumentar ingresos (tributos) o reducir gastos (más ajustes).

Pues bien, vislumbro dos posibilidades:

Primera. Que los datos que maneja Bruselas son completos y, por lo tanto, el argumento del tertuliano carece de fundamento. Se ha ganado el pan del día con poco esfuerzo.

Segunda. Que los datos que maneja Bruselas son parciales, incompletos, y por lo tanto el argumento es sólido. Entonces podemos concluir que los ajustes a los que nos obligan tienen una base ideológica, un fin, que no es otro que el de destruir el Estado de Bienestar que consideran muy gravoso y perjudicial para las arcas de los distintos Estados miembros. De otra forma no se entendería que nos obligaran a “enmendar” nuestros presupuestos cuando desconocen la totalidad de los datos.

No me cansaré de escuchar que tenemos una Administración sobredimensionada. Administración puede, Estado de Bienestar… lo dudo.