miércoles, 26 de octubre de 2011

Esos creativos.

Si se conocen las reglas uno puede estar más tranquilo en la partida y preparar la estrategia apropiada. Si los bonos alemanes se revalorizarán en torno al 20%,  aquellos bancos (españoles, italianos, ...) que tengan en sus activos deuda pública alemana sufrirán menos pérdidas y por tanto necesitarán menos capital para cumplir con las exigencias de la normativa europea.
Algún banco español, de los grandes, ya lo ha manifestado así. ¿Estrategia o previsión? ¿Buena gestión?
Reconocerán pérdidas por la deuda española (y otra) y beneficios por la deuda alemana.
¿Quién dice que la contabilidad es aburrida? Esos hombres serios con ceño fruncido y manguitos en los brazos han quedado para el cine. Ahora se les conoce como ingenieros financieros, seres creativos e imaginativos que visten trajes de Armani, conducen vehículos deportivos y tienen varias residencias.
Es lo que tiene estudiar en la escuela privada.

domingo, 23 de octubre de 2011

Un juego.

Pero con las cartas marcadas. El escenario es el siguiente: un banco, mayormente europeo, tiene entre sus activos (derechos), por un lado, aquellos denominados basura, hipotecas subprime y derivados y, por otro, deuda pública adquirida a países europeos. Los primeros activos son fruto de la horrenda política llevada a cabo por las entidades financieras cuando primaba el todo vale y que ha derivado en la mayor crisis desde hace más de 80 años (los bonus de los directivos estaban vinculados al número de hipotecas que lograran colocar en el mercado). Estos activos perdieron todo su valor cuando estalló la crisis, pero las autoridades han permitido esconderlos para que las entidades no tuvieran que reconocer las pérdidas con el consiguiente efecto contagio. El segundo tipo de activos son compras de deuda pública en busca de suculentos retornos. El resultado de la combinación de ambos en los balances de los bancos ha dado como fruto el consenso que han puesto sobre la mesa los ministros de Economía de la EU: reconocer las pérdidas sufridas por la deuda pública. De los primeros, nada se sabe.

¿Por qué? Sencillamente, porque los que han realizado operaciones con esos activos tóxicos (subprime) han sido los bancos de inversión alemanes y franceses. ¿Y qué pasa con la deuda pública? Los bancos europeos poseen importantes cantidades de deuda de sus propios países, sobre todo los bancos comerciales españoles e italianos, mientras que los alemanes además de su deuda nacional poseen una importante exposición de deuda griega (36.800 millones). Al verse obligados a valorar a precios de mercado, los españoles, italianos, portugueses,… tendrán que reconocer pérdidas y cubrir éstas con recapitalizaciones. Resultado: menos dinero hacia la economía real. Para los alemanes, valorar a mercado, supone reconocer revalorizaciones de su deuda de hasta un 20%. Dicen que para compensar las pérdidas que les supondrá la quita de deuda griega (no cobrarán entre el 50 y el 60% de su valor, comentan).

La jugada es perfecta. Ustedes reconozcan sus pérdidas y yo cubro las mías con las revalorizaciones de mi deuda. Mientras, Merkel dice: “España ha hecho mucho, pero tendrá que hacer probablemente más para recuperar la confianza de los mercados”.
¿De qué mercados habla?

domingo, 16 de octubre de 2011

Contradicción.

Al menos para mí. Porque he podido ver en la portada de un medio de comunicación dos tendencias (o ideologías) totalmente opuestas compartiendo un mismo espacio. Pero contradicción no por el mero hecho de ocupar, sino por lo que representan ambas. La primera impresión que percibo es la velocidad con la que el movimiento social del 15-M, y su derivación 15-O, va impregnando la vida de los miles de ciudadanos en todo el mundo. Pero por otro lado veo la diferencia que el partido conservador, el P.P., mantiene en las encuestas ante las próximas elecciones generales.

Contradictorio, sí. Y lo digo porque parece ser que se ha olvidado muy pronto el origen, la causa, de la crisis que seguimos pagando en la actualidad. Liberalizaciones, desregulaciones, burbujas inmobiliarias, especulación, etcétera, etcétera,… sin olvidar la corrupción que subyace detrás. El que será, al menos tiene todas las papeletas, nuevo Presidente después del 20N manifestaba en una ocasión que una de las soluciones pasaba por liberalizar el suelo; de esta forma, al existir más oferta que demanda, los precios bajarían. La respuesta aquí: Manifiesto I, sin olvidar que durante los 8 años de gobierno del PP el precio medio de la vivienda se incrementó en torno al 135%.

Las hipotecas subprime, la ingeniería financiera, los mercados financieros,… amparados bajo el paraguas de la ideología neoliberal arrasaron las economías reales como un auténtico tsunami. Sin embargo, se ha desviado, interesadamente, la atención de los ciudadanos para centrarla en otro culpable: la deuda pública. La ideología conservadora ha conseguido subrepticiamente que el origen de los problemas, la enorme deuda privada que acumulan empresas y particulares, generada por las malas praxis del mundo financiero, se traslade a la deuda de los países, la deuda pública. Y ésta, queridos lectores, no fue la causante de la situación actual, sino la consecuencia del estallido de las burbujas financiera e inmobiliaria, al activarse los mecanismos protectores (estabilizadores automáticos) de los Estados (desempleo, planes E, inversiones públicas,…). Nuestro país tenía antes del estallido de la crisis una deuda pública muy inferior a la del resto de los países europeos (39,5% del PIB en 2008), e inferior al 60% de lo que exige la Unión Europea para cumplir con el denominado Pacto de Estabilidad. Ídem el déficit público.

Les invito a leer en el siguiente enlace el artículo que publica el vicerrector de Economía de la Universidad de Barcelona: “La deuda pública, falso culpable”. Para refrescar un poco la memoria.

miércoles, 12 de octubre de 2011

El desenlace.

Tras una conversación en privado, supongo que no exenta de cierta tensión, la novia ha dado el sí. Acepta su papel y votará la reforma del fondo de rescate. Ha tenido su minuto de gloria en todos los medios de comunicación europeos, pero, y como no podía ser de otra manera, ha cedido a las presiones. Eslovaquia.

Por su parte, en Grecia, a pesar de las declaraciones sobre el retraso de la reunión de Jefes de Gobierno con el objetivo de que la estrategia madurara, de repente, hoy, Habemus plan, al fin cobrará. Tiene otro balón de oxígeno para un tiempo limitado. No ha cumplido lo prometido (reducir el déficit), ni lo cumplirá. Dicen que como consecuencia de las dificultades que padece su economía. Tras los drásticos ajustes que tuvieron que llevar a cabo ¿qué esperaban?

Y, mientras, las bolsas han regresado a la fiesta ¿Será la mejoría que experimentan los moribundos antes del último aliento? Difícil saberlo. Aunque si nos dejamos llevar por las opiniones de los que realmente entienden de esto es complicado no ser escépticos.

Hace un mes, los analistas mantenían que la tendencia de las bolsas a medio plazo era a todas luces bajista y, sin embargo, a día de hoy se aprecia un cambio de tendencia a corto plazo, y con recorrido. Recuerden que circula por ahí el rumor de que las bolsas se anticipan a la economía real.

Pero no nos dejemos engañar. Las discutidas agencias de calificación continúan poniendo en la picota a bancos y Comunidades Autónomas, rebajando sus ratings de manera alarmante; los analistas de los organismos internacionales, junto a otros de casa, pronostican la entrada en recesión de algunas economías (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB), entre ellas, la nuestra. Los gobiernos nacionales, autonómicos y locales, continúan intentando cuadrar sus cuentas, ya sea con drásticos recortes o con subidas de impuestos. Y, a pesar de todo, los inversores (los grandes) han aprovechado que los precios de las acciones se encontraban en niveles irrisorios para entrar nuevamente en los mercados bursátiles, aprovechando las manifestaciones de los políticos sobre la recapitalización (otra más) de los bancos. El sector financiero se lo ha agradecido.

¿Cuánto durará la fiesta?

martes, 11 de octubre de 2011

Una actualización.

Ayer volvimos a tener otro día de fiesta. Tras la enésima reunión de la Sra. Merkel y el Sr. Sarkozy, de la que salió un presunto nuevo plan (“antes de final de mes habrá una solución duradera”), junto al buen comportamiento de las bolsas al otro lado del Atlántico, daba la impresión de que la economía mundial había vuelto a ponerse en marcha con toda su potencialidad. Habíamos despertado de una pesadilla.

Un nuevo fondo de rescate para el sistema financiero (menos mal que las pruebas de estrés habían salido bien) sirvió de catalizador para que la alegría volviese a los mercados bursátiles. No importa el alto desempleo, ni la nula demanda, ni que esta situación pueda suponer más ajustes, sólo un “desconocido” y “discutido” plan fue suficiente. La sola idea de que llegue más dinero a los bancos, y de éstos ¿a la economía? parece ser el motivo principal.

Hoy, tenemos resaca. Primero habrá que reformar el Fondo de Estabilidad Financiera Europea. Para ello, los Parlamentos de los países de la zona euro deberían aprobarlo previamente. Falta uno. Sí, y esto ha traído nuevamente el miedo a los mercados (otros dicen que se trata de recogida de beneficios tras días de subidas). Y aquí tenemos otro ejemplo de la inoperancia (que no pueden actuar, quiero decir) de los dirigentes europeos. Un país de apenas cinco millones y medio de habitantes puede poner en jaque a todo el sistema. Eslovaquia. Alguno dice que busca su minuto de gloria. ¿Absurdo? Por un lado es legítimo, y ético, que los más pequeños puedan tener voz y voto sobre las decisiones que afectan a su futuro; por otro lado, el mecanismo de actuación impide que las decisiones sean adoptadas con la agilidad que se precisa. Otra situación que deberán estudiar los guardianes de esta incipiente Unión Económica y Monetaria.

Mientras, Grecia sigue a la espera de conocer su futuro, de si llegará el siguiente cargamento de euros. La reunión de Jefes de Gobierno de la UE se retrasa una semana, hasta el 23 de octubre. “Permitirá finalizar la estrategia integral para la crisis de la deuda…” (¿Será cierto?), o también “hace falta avanzar más en cuestiones como la situación de Grecia ¿?, la recapitalización de los bancos,…” Lo dicho, con el agua al cuello.

jueves, 6 de octubre de 2011

Una actualización.

Sin novedades. Lo que querían muchos no ha sucedido. El BCE ha decidido mantener el tipo de interés en el 1,5%. Algún analista esperaba un gesto, un catalizador, para la deprimida economía europea. Ha pesado más la temida inflación. El inesperado incremento de la inflación alemana (otra vez Alemania) ha cerrado las puertas a una posible bajada. Ya saben que el mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios, por el bien ¿general?

Una carta.

Hoy toca reunión del BCE y despedida de su presidente, el Sr. Trichet. ¿Se marchará dejando el tipo de interés donde está, haciendo caso omiso a las voces que se lo piden insistentemente o, por el contrario, procederá a bajarlo?

De momento, les dejo un extracto de la carta de despedida que el financiero francés Eduard Carmignac le dedica al Presidente, y que ha sido publicada en distintos medios.

Muy señor mío:

¡Adiós, no le extrañaremos! A lo largo de su carrera, usted asestó un golpe fatal a la industria francesa en la década de los 90 por su política del franco fuerte, luego agravó el impacto de la crisis de 2009 subestimando su magnitud y, últimamente, ha puesto en peligro el euro debido a unas subidas de tipos poco consideradas y una política de sostenimiento de la deuda de los países europeos debilitados notoriamente insuficiente

(.../...)

Recortar el tipo de referencia del BCE a cero. Una reducción inmediata del 1,5% en la carga de intereses que soporta el conjunto de la zona daría un balón de oxígeno apreciable, especialmente a los estados miembros más frágiles. También serviría para ayudarnos a combatir la sobrevaloración del euro, que penaliza nuestras exportaciones desde hace cinco años.

(.../...)

La situación es grave y requieren acciones inmediatas. Las vicisitudes de la construcción europea hacen que ni los políticos ni ninguna institución distinta del BCE estén en disposición de tomar medidas decisivas. Sobre usted recae asimismo la imponente misión de colmar este vacío.

Aprovecho para expresar mi deseo de que el alto funcionario celoso que conocemos se revele como un estadista. Con esta esperanza, reciba un cordial salido.

Eduard Carmignac.

martes, 4 de octubre de 2011

Un dilema.

Y por qué llevo días sin dar señales de vida. Pues, sinceramente, porque esta situación no hay por donde agarrarla. Datos, y datos, y más datos, se suceden de manera ininterrumpida, y todos muestran la misma tendencia, la misma curva descendente que lleva años acompañándonos. ¡Años! Un espacio temporal que leído con detenimiento muestra su grave dimensión. Y las perspectivas no es que sean muy esperanzadoras. Sí, les he dado unos datos sobre la posibilidad de que se produzca cierta recuperación en EEUU (crecimiento del PIB y bajada del desempleo), pero la situación en Europa es lo suficientemente grave como para preocuparse.

Esta semana, hablo de memoria, estaba prevista una nueva inyección de dinero (el sexto tramo) para que Grecia pudiese hacer frente al pago de sus deudas. Días antes, nos había avisado de que no cumpliría con los requisitos de déficit que se le exigía; así pues, tocaba hacer más recortes. La troika (el Fondo Monetario, la Unión Europea y el Banco Central Europeo) debería comprobar si las condiciones se habían cumplido para que Grecia recibiese la inyección de fondos. ¿La cuestión? Si no cumple, no hay dinero, no puede hacer frente al pago de sus deudas, y las consecuencias, ya las hemos resumido en un post reciente. Pero, ante el dilema de conceder la ayuda o dejar caer al país heleno, aparecen los políticos en escena y nos intentan convencer de que todavía hay margen para que Grecia pueda seguir pagando durante un tiempo, sin ayuda. Un margen, un pequeño margen de tiempo, no para que el país heleno solucione sus problemas macroeconómicos, sino para encontrar una solución al marrón que tienen encima de la mesa los políticos. Si le conceden el nuevo tramo de ayuda sin cumplir con los requisitos exigidos, ¿por qué el resto de países europeos tendrían que cumplir? O, también, ¿por qué realizar duros ajustes si en última instancia no les van a dejar caer? Riesgo moral, se llama. De momento, y en plena tempestad, el ministro de finanzas griego declara que en 2012 podrán cumplir con el requisito de déficit exigido. La mala situación actual es la que les impide cumplir este año. Total.

Mientras, las primas de riesgo continúan su escalada, las bolsas su caída libre y el desempleo en aumento. Las probabilidades de recesión tanto en Europa como en EEUU, según los analistas, en el 40%.

Y a la vista, la reunión del Banco Central Europeo ¿Bajada de tipos de interés? Lo mejor, ¡el tiempo! Unos días de verano extra antes de que llegue el largo invierno, y va a ser duro.