jueves, 31 de marzo de 2011

Sin espacio para la sorpresa.

Si ayer abríamos el plazo para efectuar apuestas, hoy sabemos casi con total seguridad que apostar a caballo ganador nos traerá pingües beneficios. Apostar en contra, nos dejará los bolsillos vacíos.

Según una noticia parecida en Reuters hace escasos minutos, la inflación de la zona euro (que incluye a 17 países) ascendió al 2,6 por ciento. Los profesionales que se dedican a esto habían previsto una inflación del 2,3 por ciento, y nosotros, que vemos los toros desde la barrera y a bastante distancia, avisábamos de que los precios aún no habían incorporado el alza del precio del petróleo.

Como les decía ayer, los dirigentes del Banco Central Europeo ya están buscando el manual de actuaciones, la página donde dice que la inflación esperada no debe superar el 2 por ciento, según el mandato que rige sus decisiones. Saben perfectamente en que página se encuentra la medida a adoptar. “Normalización” es la palabra. Malas noticias. Si todavía existía un mínimo de esperanza, con este dato, prácticamente se la ha enterrado. Sumemos las pruebas de estrés a la banca irlandesa (creo recordar que se publican hoy) y estén atentos para ver como vuelve a sacudirse Europa durante los próximos días.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

EN RESUMEN, QUE NO PODRÉ VIVIR DE INTERESES.
UN SALUDO.

El autor. dijo...

Querido amig@, la subida de tipos afectará tanto a los activos como a los pasivos de las entidades por lo que obligará a éstas a pagar más por su financiación, es decir, que pagarán más intereses. También es cierto que repercutirán en las operaciones de activo (préstamos, créditos, avales, ...).
Paradójicamente una de las consecuencias que se derivan de la subida de tipos es un mayor ahorro y un menor consumo para frenar la subida de precios. Digo paradójicamente porque vivimos tiempos en los que esta situación lleva tiempo produciéndose sin necesidad de subidas de intereses.
Saludos.