miércoles, 20 de octubre de 2010

Zumos y publicidad

En una ocasión anterior les hablé sobre la publicidad que determinadas compañías hacían sobre los atributos de sus productos, independientemente de que éstos procediesen del propio producto o fueran una creación del receptor de la información; en aquel momento se trataba del conocido “Actimel”.

Otra prueba más de este tipo de prácticas la he podido encontrar en la prensa del domingo. En esta ocasión se trata de los zumos. Se pretende hacer llegar al público una característica o atributo del zumo: “naranjas frescas”; el resto de información se pretende solapar, y este hecho ha creado malestar entre una parte de los fabricantes.

En el mercado existen dos tipos de zumos: los “exprimidos” y los “concentrados”, pero existe cierta permisividad a la hora de publicitarlos; se oculta esta diferenciación, y las diferencias son sustanciales.

Los zumos “exprimidos” se obtienen directamente, como su nombre indica, exprimiendo la naranja; además, ésta procede casi en su totalidad de la huerta española. Los “concentrados” se obtienen mediante un proceso: se extrae al zumo de naranja el 85 por ciento del agua y se reconstituye añadiéndole agua y otros componentes, como aroma o vitamínicos. Además, según la fuente de la noticia, se importa especialmente de Brasil o EEUU.

Yo lo tengo claro. Mientras funcione el exprimidor …, ¡Ojo! Conociendo el origen de la naranja.

3 comentarios:

María José dijo...

_ !Qué zumito más rico el del zumo natural!
No hay como lo natural, al agreder tanto las células con productos artificiales, aparecen mutaciones geneticas que a veces derivas en enfermedades horribles.
Un saludo.

El autor dijo...

Estimada Mª José:

Cuántos productos artificiales no estaremos metiendo en el cuerpo con la permisividad de las autoridades y todo ello basándonos en las bondades del comercio (empleo, prosperidad, bienestar, ...).

Un saludo. Te deseo lo mejor.
Gracias por el comentario.

Beni dijo...

A miña muller sempre me dí que é desesperante ir á compra conmigo porque... o leo todo.
Aínda a risco de divorcio inminente, eu animo a todos a que o fagades. Nunca está de máis sabé-lo que vai comer ún e, sobor de todo, os nenos.
En canto á publicidade, opino que os que mandan deberían de controlar (é máis, ser escrupulosos) que se cumpran un mínimo de requisitos case que éticos. Unha cousa é vender e outra enganar para vender.
Por empregá-lo exemplo que da título a esta entrada, se nos deixamos levar polos anuncios, calquera de nós podería doadamente imaxinar un frorido laranxo repleto de apetitosos... "Tetra Briks".
Apertas.