Y no es una vaca cualquiera. Se
podría llamar Inditex. Así nos lo hizo saber su presidente, Pablo Isla, en una
reciente conferencia celebrada en el hospital de A Coruña (Chuac). 86 mercados
en los cinco continentes (en los libros de mi hija son seis), más de 6.000
tiendas, 130.000 empleados, y 16.000 millones de facturación en el último
ejercicio.
Lo de la vaca lechera no es
casualidad, a pesar de que la metáfora pueda parecer más o menos divertida. Una
de las herramientas que se utilizan para analizar la posición estratégica y la
evolución de los negocios son las llamadas matrices de análisis estratégico.
Expresiones gráficas de una posición o realidad. Algunas de estas matrices
utilizan símbolos o dibujos para representar la situación en la que se encuentra
la empresa o el producto que comercializa; tenemos desde vacas lecheras,
interrogantes (dilemas), estrellas, perros, huesos o calaveras, y todos
(obviamente) con un significado. La calavera requiere poca explicación;
situaciones límite, terminales. Y la vaca lechera se caracteriza por una alta
cuota de mercado pero en sectores o productos maduros y con escaso potencial de
crecimiento. Por lo general se trata de situaciones en las que ya no es preciso
invertir más y en las que la generación de efectivo (caja) es alta (la vaca
está dando lo máximo de su producción). “Explotación del éxito”, hay que
ordeñarla hasta que no dé más leche, pero que no puede perdurar por mucho
tiempo y debe conducir a la búsqueda de nuevas
oportunidades de negocio; de ahí las palabras del presidente de Inditex: “potencial extraordinario en los mercados
emergentes y en el comercio de internet”.
Nos dice la teoría de dirección
estratégica (en particular la matriz BCG) que el ciclo natural de evolución de
una actividad o negocio es ir pasando de la situación de dilema (potencial de
crecimiento), a estrella (participación importante en el mercado), vaca y
calavera.
Algunas de las mayores empresas
del mundo han conocido en sus propias carnes esta evolución, han llegado al
final del camino, ni los “huesos” quedan. Agfa, Lehman Brothers, Fagor,
¿Pescanova?, etc., etc., y no sería por no disponer de “grandes” gestores. Tampoco
pretendo ser agorero, sólo reflejar algo habitual en el mundo de los negocios.
Otras empresas perduran en el tiempo.
1 comentario:
Como non especificas condicións para evitar a situación calavérica, mellor cruzar os dedos (aínda que non teño inditex na miña 'carteira de accións')
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