martes, 31 de mayo de 2011

Aniversario.

Un año. Se dice pronto pero ya han transcurrido 365 días desde que comencé a dejar por escrito mis opiniones (238 entradas con ésta) sobre diferentes aspectos de la economía. Opiniones que pudieron ser más o menos acertadas, críticas al funcionamiento del sistema, desacuerdos con los análisis publicados en los diferentes medios de comunicación, explicaciones ¿sencillas? sobre algunos temas complejos que nos afectan a todos, éstos fueron algunos de los aspectos que tratamos a lo largo de los 365 días.

Un año de bloguero. ¡Cómo pasa el tiempo!

Por ello quiero dar las gracias a todos aquellos que decidieron perder un poco de su preciado tiempo en leer lo que este humilde escritor iba subiendo con relativa frecuencia al blog al que puse por título “desmontando tópicos”.

Pero este aniversario también es un adiós, definitivo o temporal está por ver. Determinadas circunstancias acaecidas durante las últimas semanas unidas al esfuerzo que supone mantener vivo el blog me han hecho reflexionar sobre la idoneidad de continuar con este proyecto. Quizás ha llegado el momento de afrontar nuevos desafíos para los que estoy seguro de que necesitaré mucha energía y mayor dedicación. Digo quizás, porque a día de hoy no hay nada concreto, sólo alguna idea y poco ánimo.

En fin, esto es todo, espero no haberles aburrido mucho. Gracias y hasta pronto.

lunes, 30 de mayo de 2011

Comienzan a asomar la patita.

Recientemente se han celebrado elecciones municipales y autonómicas en nuestro país con un claro vencedor. La respuesta de la ciudadanía ha dejado clara una cosa: el gobierno actual debe pagar la crisis que padecemos, sea o no el culpable de las causas que la originaron. Al mismo tiempo deja en el aire algunas cuestiones ¿Se trata de un voto de castigo?, ¿de un toque de atención?, o por el contrario ¿la sociedad española cree que la solución pasa por aplicar las políticas económicas de la derecha?

Pero en algún momento las propuestas de los que pretenden hacerse cargo de las riendas del país deben salir a la luz. Sería conveniente que los ciudadanos interesados pudiesen conocer cuáles serán las medidas que se vayan a adoptar.

Pues bien, parece que poco a poco se van animando a mostrar al mundo cuáles pueden ser estas propuestas, aunque por el momento las van soltando a cuentagotas y protegidos detrás de los escudos. Ante la reforma laboral que se encuentra en marcha y en la que participan sindicatos y patronal en busca de un acuerdo, acaba de aparecer en escena la patronal madrileña (y tras ella, escondida, el ala más dura del P.P.) exigiendo a través de un documento la implantación de un modelo único de contrato con un despido de 20 días de indemnización y el convenio de empresa, es decir, la negociación salarial a nivel de cada empresa en lugar del convenio colectivo. Además, propone que no se firme el pacto con los sindicatos si no satisface “las exigencias de libertad y adaptabilidad que demanda el mercado”. Sin olvidar la productividad a la hora de revisar los salarios.

En definitiva, abaratar el despido, eliminar derechos de los trabajadores colocando a muchos de ellos en una situación de desamparo (¿negociar revisión salarial entre trabajador y empresario teniendo en cuenta la productividad?), y cómo no, aplicar el neoliberalismo más puro y duro, seguir las directrices que imponga el mercado.

jueves, 26 de mayo de 2011

Manifiesto VI.

Falsedad nº 6: La deuda pública traslada el precio de nuestros excesos a nuestros nietos.

Existe una creencia, rara vez verificada y que es defendida por los partidos conservadores, según la cual bajar impuestos estimula el crecimiento y aumenta los ingresos que recaudan los gobiernos. Durante los últimos 30 años Europa ha copiado las políticas de reducción de impuestos y cotizaciones sociales llevadas a cabo en los EEUU sin que el impacto sobre el crecimiento económico se haya materializado.

Políticas anti-redistributivas que han agravado las desigualdades sociales y los déficits públicos. ¿Por qué? Los que han ahorrado impuestos han sido las clases acomodadas al tiempo que las administraciones públicas se han visto obligadas a emitir deuda para financiar los déficits producidos como consecuencia de la bajada en la recaudación (menos ingresos y más gastos). Pero, ¿quién compraba los títulos de deuda pública? Sin duda, las clases acomodadas con los ahorros obtenidos por la reducción de impuestos. Además se ha convencido a la población, al contribuyente, de que son los funcionarios, pensionistas y enfermos (sanidad) los causantes del aumento de la deuda pública y de los déficits.

Al final es el contribuyente medio el que con sus impuestos paga los intereses a las clases acomodadas poseedoras de los títulos de deuda pública.

Se propone:

Actuar sobre la fiscalidad directa aumentando las tasas del impuesto sobre la renta en los tramos más altos para lograr un mayor efecto redistributivo.
Suprimir deducciones a las empresas que no tengan efectos positivos sobre el empleo.

viernes, 20 de mayo de 2011

Fin del sistema.

Crisis. La palabra más leída, escuchada y pronunciada durante estos últimos años. Crisis del Capitalismo.

Uno de los escritores que expuso su teoría sobre la crisis del capitalismo a principios del siglo XX fue el economista Joseph A. Schumpeter. Pronosticaba que el proceso de desarrollo capitalista no continuaría indefinidamente. Mientras que el “individualismo” predominara en las empresas, el capitalismo mantendría su vitalidad. Pero el crecimiento de las organizaciones, de las empresas, dio lugar a una profesionalización de su gestión y a la pérdida de poder por parte de la burguesía a favor de los accionistas. Como resultado el capitalismo se destruiría a sí mismo de manera inevitable. El sistema dejaría de contar con el apoyo popular debido a que muy pocas personas tienen la oportunidad de la acción en la sociedad burocrática, poca o nula participación en las decisiones a adoptar. El capitalismo tenderá a volverse sociológicamente insostenible.

A pesar de que sus argumentos y puntos de vista eran diferentes a los de Carlos Marx y J.M. Keynes, apostaban todos ellos por un sistema que tenía sus días contados.

¿Serán las turbulencias de estos años los inicios del cambio?

Fuentes:

- The Theory of Economic Development. Joseph A. Schumpeter.
- Desarrollo del Análisis Económico. Ingrid Hahne Rima. Irwin.

martes, 17 de mayo de 2011

Manifiesto V.

Falsedad nº 5: Hay que reducir los gastos para reducir la deuda pública.

La dinámica o la tendencia de la deuda depende de varios factores y entre ellos de la diferencia existente entre el tipo de interés y la tasa de crecimiento nominal de la economía. Si el primero, el tipo de interés, es superior a la segunda, la tasa de crecimiento, situación que se vive en la actualidad, la deuda crecerá debido a los intereses que habrá que pagar por financiarse en los mercados. Las economías de los países no crecen pero los intereses a pagar sí, y además crecen a través del efecto “bola de nieve”. Como no podía ser de otra forma, el déficit público (la diferencia negativa entre ingresos y gastos públicos) también se incrementa. Más deuda, más déficit.
Y, ¿qué sucede con el gasto público y el crecimiento? A corto plazo aumentar el gasto público limita las recesiones (frena la caída del crecimiento) mediante los denominados “estabilizadores automáticos”; piensen en las prestaciones por desempleo. A largo plazo, aumentar el gasto público estimula el crecimiento; piensen en las inversiones y gastos públicos en educación, sanidad, infraestructuras,…
La Unión Europea, globalmente poco abierta al exterior en materia de comercio (sus clientes principales se encuentran en la propia Unión), con políticas de reducción del gasto público sólo conseguirá tener como efecto una recesión agravada y nuevos incrementos de la deuda pública (que habrá que devolver con intereses). Si sucediese lo contrario, es decir, que la mayor parte de los clientes de la Unión Europea fuesen del exterior de sus fronteras, una disminución de los costes podría conseguir un aumento de la competitividad de sus productos, al tiempo que aumentaría el crecimiento, pero no es el caso.

Como medidas se propone, en primer lugar, mantener y mejorar las protecciones sociales (desempleo, vivienda,…), y en segundo lugar, más gasto presupuestario en educación, investigación, energías ecológicas,… en busca de un crecimiento sostenible que permita un fuerte descenso del paro.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Consumo.

Según los manuales de economía al uso, una de las medidas que debería adoptarse para salir de la crisis es el estímulo del consumo, con todos sus matices. Un crecimiento de éste da lugar a un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) según la identidad que los relaciona.

Pues bien, desde ayer, voy aumentar mi consumo, voy a contribuir un poquito para intentar salir de la actual crisis. ¿El motivo? Se llama Laura. Con sus 3,710 kilogramos hizo su aparición en este mundo a las 16:02 horas. Un estímulo para el consumo. Junto con su hermana.

viernes, 6 de mayo de 2011

Manifiesto IV.

Habrán escuchado más de una vez que la situación de los países europeos es complicada debido (entre otras cosas) al elevado gasto público en el que han incurrido como consecuencia de la crisis que sufrimos desde el 2007. Las medidas adoptadas por los países van en el camino de reducir esa deuda. ¿Gastan más los gobiernos en sus ciudadanos? ¿La deuda pública procede de sistemas ineficientes como el sanitario, de pensiones, etcétera?

Por poner un ejemplo, en 2008, España tenía una deuda pública del 39,5% sobre el Producto Interior Bruto (PIB), muy alejada del tope que impone el pacto de estabilidad y crecimiento de la Unión Europea, el 60%. En 2012, se estimaba que esta deuda superaría el 70% del PIB. Un aumento importante y con un coste cada vez mayor, recuerden que en ciertos momentos para colocar deuda española en el mercado hubo que ofrecer más del 5% de intereses para que compraran nuestros títulos.

Dicen nuestros economistas:

Falsedad nº 4: “El aumento de la deuda pública resulta de un aumento del gasto”.

El aumento reciente de la deuda pública en Europa se debe a los planes de salvamento de las finanzas derivados de la crisis bancaria, no del aumento del gasto. En 2007 la deuda pública media en la zona euro era del 66% del PIB (bastante más que la española) pasando en 2010 al 84%.

Por otro lado, el incremento no proviene de aumentar los gastos, sino todo lo contrario, de la bajada de impuestos a las sociedades, rentas y patrimonios más altas, llevada a cabo por los países europeos en busca de atraer capitales. Es una de las consecuencias de no disponer de una política fiscal común, cada país hace la guerra por su cuenta. Además, la caída de ingresos consecuencia de la crisis hace que el cálculo del porcentaje de la deuda pública se realice sobre unos Productos Interiores Brutos (PIB) mucho más pequeños. Recuerden que el PIB español llegó a caer en tasa interanual más del 4%.

En definitiva, la deuda pública se utilizó para salvar las finanzas y creció como consecuencia de la caída de ingresos.

Se propone: realizar una auditoría pública para conocer el estado real de las deudas públicas y conocer quienes son los propietarios de los títulos de deuda y su montante (se vería de esta forma quienes son los grandes beneficiados del revuelo que se ha montado en los mercados y a los que los contribuyentes estamos pagando suculentos intereses).

jueves, 5 de mayo de 2011

Economía actual.

Una sencilla (y divertida) explicación de la economía actual en los países desarrollados.

Una aportación de mi amigo Beni.

Tenemos un plan.

Llevo días mostrándoles algunas de las características que definen al pensamiento neoliberal y cuya premisa básica se sostiene en el buen funcionamiento de los mercados y en la continua reducción de la participación pública en la economía. Sin dejar de lado las aportaciones de nuestros economistas aterrados hoy les dejo algunos puntos en los que se basará el plan de rescate de nuestro país vecino, Portugal. Podrán comprobar las obligaciones impuestas, pendientes de aprobar, y verán, una vez más, hacia donde nos dirigimos.

La ayuda prevista asciende a 78.000 millones de euros y supondrá un esfuerzo para los ciudadanos. Raro ¿verdad?

Se deberá reducir el déficit público al 3% en 2013, y para ello deberán adoptarse las siguientes medidas, entre otras:
  • Privatizaciones por importe de 5.500 millones.
  • Eliminación de gastos y deducciones fiscales.
  • Reducción de gastos en Sanidad, Educación y Desempleo.
  • Reducción de las pensiones máximas. El resto se congelarán.
  • Congelación de salarios públicos.
  • Reducción de funcionarios públicos entre un 1 y un 2%.
  • Por último, 12.000 millones irán dirigidos a recapitalizar a la banca.
Como pueden comprobar, sí exigirán un esfuerzo a la población. Uno se pregunta cómo se reactivará la economía mundial con este tipo de medidas, con recorte de derechos. Que alguien me lo explique.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Manifiesto III.

Continuamos desgranando el manifiesto de los aterrados economistas.

Falsedad nº 3: “Los mercados son buenos jueces de la solvencia de los Estados”.

Descartado el hecho de que los mercados son eficientes, vamos a ver si son buenos jueces a la hora de impartir justicia. Les unimos sus escuderos, los que diagnostican la bondad de la situación, nuestras queridas Agencias de Calificación.

Nos vienen a decir nuestros economistas que medir un título financiero es una cuestión de juicio, de predicción del futuro, no un proceso objetivo, mensurable, como podría ser medir el peso o la altura. Se trata de medir un derecho sobre unos ingresos a obtener en el futuro y sobre los cuales influyen diferentes variables. Variables porque, obviamente, cambian y no pueden considerarse constantes. Piensen en la deuda emitida por Grecia para financiarse y como sus intereses se dispararon al 10% ante las “dudas” de los mercados. Dudas que influyen a su vez en los precios de los títulos. Una sospecha, un bulo, dispara las valoraciones. ¿Recuerdan cuando les hablaba del coste que tenía que pagar el Estado español para financiarse en los mercados? Una noticia sobre Irlanda disparaba el sobrecoste a pagar, los intereses, dando cabida a la especulación.

Mucha psicología, pocos datos objetivos.

Dos medidas se proponen:

  • Reglamentar la actividad de las agencias de calificación. Cálculos transparentes y no arbitrarios.
  • Que sea el Banco Central Europeo (BCE) el que compre los títulos de deuda pública de los Estados cuando necesiten financiarse, no los mercados “eficientes”. Se conseguiría de esta forma conocer el coste a pagar, es decir, lo que en última instancia tendremos que devolver todos los contribuyentes.
Continuará.

martes, 3 de mayo de 2011

Comienza la campaña.

No, no me refiero a las elecciones que se encuentran a la vuelta de la esquina, sino a la otra campaña, al inicio del plazo para la presentación de la llamada "Declaración de la Renta" correspondiente al ejercicio 2010 y que finalizará el 30 de junio. Un año más toca contribuir o regularizar la situación tributaria con la arcas del Estado.

Aprovecho para dejarles unos datos que pueden ser interesantes y que dan muestra, una vez más, de quienes son los que contribuyen al sostenimiento del erario público.

Durante el ejercicio 2008, último del que se conocen datos oficiales respecto al número de liquidaciones presentadas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el número de declaraciones que incluyen rendimientos e imputaciones de renta superiores a 60.000 euros representaron un 4% del total, éste ha sido de 19.288.981 contribuyentes; de este porcentaje, 87.338 liquidaciones se encuentran entre 150.000 y 601.000 euros, y superiores a este último importe, es decir, a 601.000 euros, han declarado 8.059 contribuyentes, un 0,04% del total. El grueso de declaraciones, la mayoría de contribuyentes, se encuentra entre 12.000 y 21.000 euros, el 28,60% ó 5.546.178 declarantes.

Otro dato interesante. Somos las personas físicas, no las sociedades, las que contribuimos en gran medida en el sostenimiento del Estado, manteniendo nuestra aportación a pesar de la crisis; prueba de ello es que la recaudación por IRPF en el ejercicio 2010 se ha incrementado casi un 5% respecto al 2009, con un montante total de 66.977 millones de euros. Por su parte, las empresas, denominadas sociedades de capital (Limitadas, Anónimas, principalmente), desde el año 2007 van reduciendo su aportación al erario público a través del impuesto sobre sociedades; durante el 2010 el Estado ha recaudado 16.198 millones de euros por este impuesto. Como pueden comprobar la diferencia es significativa respecto a la aportación de las personas físicas. Del IVA poco que comentar, somos los consumidores finales los que pagamos en última instancia el impuesto, siendo las empresas meras recaudadoras. 49.086 millones de euros en el 2010.

Por último, y para que queden claros ciertos aspectos, las Comunidades Autónomas tienen cedido el 50% del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Por si quieren sacar alguna conclusión.

lunes, 2 de mayo de 2011

Manifiesto II.

Falsedad nº 2: “Los mercados financieros son favorables al crecimiento económico”.

En la actualidad son los mercados los que financian los proyectos empresariales en busca de unas rentabilidades que superen las que se podrían considerar como normales dentro de una lógica empresarial. Ha desaparecido la idea de un interés común de las partes interesadas en la empresa (trabajadores, propietarios, proveedores, clientes, entorno,…).

Los directivos se han convertido en los adalides en la búsqueda de la rentabilidad de los capitales, obligados por los accionistas (inversores) para obtener los retornos prometidos. Cada vez mayores beneficios y cada vez mayores dificultades para encontrar esos proyectos capaces de devolver lo prometido.

La ratio “rendimiento de los capitales propios” o “ROE” es la norma que rige el destino de las empresas. Pregúntense por qué los directivos de las empresas cotizadas tienen parte de sus salarios como variables, con bonus. Llega un momento en que la presión para alcanzar esas tasas de retorno repercute en los salarios y en el poder adquisitivo de los trabajadores, a la baja, por supuesto, reduciendo costes, ya que de no ser así los capitales huyen en busca de lo que consideran suyo, los beneficios. Esto termina por repercutir en la demanda, en la inversión, en el crecimiento y finaliza en una situación de alto desempleo. Situación que se ha visto demorada como consecuencia de las políticas monetarias que se han adoptado, llevando a los hogares y a las pequeñas empresas a un excesivo endeudamiento para mantener el consumo, con las consiguientes burbujas. Consumo sin salarios, como dicen los autores.

Como medidas proponen:

  • Reforzar los contra-poderes en las empresas para obligar a las direcciones a tener en cuenta los intereses del conjunto de las partes interesadas. Existen culturas empresariales en las que las diferentes partes tienen voz y voto en los Consejos de Administración, véase sindicatos, proveedores, …
  • Aumentar los impuestos “fuertemente” a los ingresos muy altos para disuadir la carrera por las rentabilidades desmesuradas.
  • Desarrollar una política pública del crédito para reducir la dependencia de los mercados financieros.

Continuará.