Hoy tenía intención de
comentarles el toque de atención que ha recibido el país germano por sus
desequilibrios económicos pero una de esas casualidades que se cruzan a veces en
la vida me hizo cambiar de idea. No todo va ser economía. Además, cuando vemos el
término “política” sentimos atracción por lo que se puede esconder tras ella.
Estoy leyendo el libro del
reciente premio Príncipe de Asturias de las letras y miembro de la Real
Academia Española, Antonio Muñoz Molina, “Todo lo que era sólido”. ¿Nunca han
experimentado la sensación de que la historia que están leyendo o les están
contando ya la habían vivido en sus propias carnes o al menos se asemejaba a
cierta visión que mantenían de los hechos? El libro de Molina me hizo
retrotraerme a un pasado reciente, lleno de intensas experiencias. Les dejo
algunos párrafos y frases.
“El sectarismo les aseguraba lealtades y adhesiones mucho más firmes que el asentimiento racional, que es reversible porque no excluye el desengaño o el simple cambio de opinión”.
“Cualquier mérito
objetivo queda subordinado a la explícita adhesión política, que es el mayor
mérito de todos y por lo tanto vuelve secundarios o superfluos todos los demás.
Ser importa mucho más que saber o hacer. La mayor parte de los que tenían
conocimientos y sabían hacer cosas se marcharon hace mucho tiempo de la
política o fueron expulsados de ella”.
“En ningún otro campo
profesional se puede llegar más lejos careciendo de cualquier cualificación,
conocimiento o habilidad verificable”.
“[…] Preferir siempre
las diferencias a las similitudes y la discordia al apaciguamiento son hábitos
cardinales de la clase política española, igual que echar leña al fuego y sal a
las heridas”.
“Y la tendencia
infantil y adolescente a poner las propias apetencias por encima de todo, sin
reparar en las consecuencias que pueden tener para los otros, es tan poderosa
que hacen falta muchos años de constante educación para corregirla. Lo natural
es exigir límites a los demás y no aceptarlos en uno mismo. Creerse uno el
centro del mundo es tan natural como creer que la Tierra ocupa el centro del
universo y que el sol gira alrededor de ella”.
“[…] Cuando a Sancho
Panza se le presenta la oportunidad burlesca de ser nombrado gobernador no
tiene la menor duda sobre su propia idoneidad para el cargo,…”.
Sólo
ha sido un paréntesis. Mañana más economía.
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