viernes, 15 de noviembre de 2013

No es broma.


Aunque podría parecerlo, pero tiene mucho más sentido del que aparentemente se le atribuye.

Alemania ha recibido un toque de atención por sus “excesivos” superávits comerciales (exportaciones mayores que sus importaciones), situación que podría poner en riesgo la esperada recuperación (la zona euro apenas creció un 0,1% en el tercer trimestre).


A este respecto he podido leer algún comentario con signos manifiestos de incredulidad al considerar inadecuado un aviso, una llamada, a un país cuya economía marcha relativamente bien en comparación con el resto de Europa; sin embargo no debemos olvidar que nos encontramos en un proceso de construcción de una “Unión”, tanto monetaria como económica, que pretende una mayor convergencia entre los países integrantes. Si éste no es el objetivo, entonces carece de sentido cualquier intento de supervisión.
 

Esta llamada de atención era conveniente, y esperemos que no se trate únicamente de mostrar a Europa que en Bruselas, aparentemente, también se preocupan del resto de países. No sólo el déficit y la deuda pública suponen problemas, individualmente como para el conjunto de países, los desequilibrios también se producen por superávit excesivos. Si Alemania mantuviese el marco (su anterior moneda) en lugar del euro con toda probabilidad este superávit no sería tal, o al menos no en estos niveles. Si se beneficia del valor de una moneda por formar parte de la Unión Monetaria también debería mostrar solidaridad con el resto de los miembros. Su alta tasa de ahorro, sus “minijobs”, su escasa demanda interna, su escasa inversión pública, etcétera, etcétera, forman parte del problema de Europa. Su austeridad mal entendida no puede ser una condena para el resto.
 

Recomendaciones del Consejo de la UE. Diario Oficial del 23-7-2010. Directriz nº 2: “… Los Estados miembros con gran superávit corriente deberían instaurar medidas destinadas a poner en práctica reformas estructurales que lleven a reforzar el crecimiento potencial y así también sostener la demanda interna. Resolver desequilibrios macroeconómicos, incluso entre Estados miembros, también ayudaría a lograr la cohesión económica”.

 

1 comentario:

agremon dijo...

Creo que básicamente es algo que se trató en las jornadas sobre crisis, ecomía y falsos dogmas: la exportación alemana se beneficia del tirón hacia abajo del euro que ejercen los países periféricos, que evitan que el euro se dispare y equilibre de otra forma el balance import/export alemán, a cuenta de que no puedan aprovecharse ellos de una rebaja en el precio del euro y por lo tanto, de más facilidad exportadora y de equilibrar sus propios balances.
Si, ser demasiado bueno puede perjudicar al equipo si no se arbitra una coordinación adecuada. Sirve como ejemplo cualquier deporte de equipo ...