¿Tienen ya el título de piloto?
Todos aquellos que pretendan marcharse de vacaciones y tengan pensado utilizar el avión como medio de transporte pueden encontrarse con la siguiente situación: usted, como usuario, deberá subir las maletas al avión. El que se haya tomado la molestia de obtener la licencia de piloto deberá ponerse de acuerdo con los otros pasajeros (que también dispongan de dicha licencia) para ver quién se pone a los mandos, y de esta forma poder despegar rumbo a su destino. El resto de pasajeros, tras un sorteo previo, deberán prestar los servicios habituales que se desempeñan en el interior de la nave: unos explicarán las medidas a adoptar en el supuesto de un aterrizaje de emergencia, otros distribuirán bollitos, sandwiches y zumos que previamente se habrán encargado de adquirir en la cafetería del aeropuerto, otros repartirán la prensa (también comprada en el quiosco del aeropuerto) entre los pasajeros que lo deseen.
Antes de aterrizar, se les pedirá que procedan a retirar los restos de aquellos productos que han consumido durante el vuelo. Ya en tierra, y antes de abandonar el avión, se les suministrarán productos de limpieza (escobas, bayetas, bolsas de basura,…) para que limpien los asientos y el suelo de la nave.
A la puerta del avión, que se habrá detenido en medio de la pista y desde la que tendrán que ir caminando hasta el aeropuerto cargados con sus equipajes, se colocarán unos contenedores para que depositen las bolsas de basura con los restos. Contenedores que también tendrán que empujar hasta el aeropuerto para no dificultar la entrada y salida de nuevos aviones.
¿Una broma? Puede que me haya olvidado de algún proceso, como repostar combustible, pero todo llegará.
Felices vacaciones.
1 comentario:
No me creo que llegue a tanto.
Publicar un comentario