martes, 28 de junio de 2011

Otro intento.

De nuevo se escuchan las campanas a lo lejos. El sonido es el de siempre, conocido. Un impuesto que grave las transacciones financieras es retomado nuevamente por la Comisión Europea para poder aumentar sus recursos, sus ingresos. De momento se trata de una idea (otra más) que deberá ser estudiada para su posible aplicación en un plazo relativamente corto. Presupuestos 2012.

En contra, Reino Unido, el país de la Unión Europea donde más transacciones se realizan a diario como consecuencia de ser el mayor centro financiero. Temen que un impuesto de este calibre espante a los operadores.

Por otro lado, y en lo que nos concierne a los ciudadanos, tendremos que estar atentos para ver qué entienden, cómo definen, transacciones financieras. ¿Serán movimientos especulativos de capital? ¿Será cualquier movimiento de efectivo de una entidad financiera a otra? (véase una simple retirada de efectivo en un cajero automático en otro país de la UE) ¿La pagarán los especuladores y otros participantes en los mercados o, por el contrario, seremos los ciudadanos de a pie los que cargaremos con el grueso de la tasa? Otra alternativa, que la vida siga igual. Dependerá de quien ostente más poder en la negociación.

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