miércoles, 20 de abril de 2011

Notas.

Alguno de los comentarios que recibí ayer respecto al papel de las agencias de calificación hacía referencia a la “presunta” utilidad de dichas agencias. ¿Para que sirven?

Tres grandes corporaciones se reparten prácticamente la totalidad de la cuota de mercado, y no hay quién les tosa (cuestión de dimensión). Gobiernos, empresas y demás instituciones que dependen de ellas se ven abocadas irremisiblemente a aceptar sus reglas de juego. En caso contrario ya saben lo que les espera, llamar a muchas puertas cerradas, no conseguir la financiación necesaria o, verse en la tesitura de emitir deuda a tipos verdaderamente estratosféricos.

Como anillo al dedo nos viene la noticia publicada en el diario económico “Cinco Dias”; este artículo se hace eco de las dificultades, o mejor, del sobrecoste que deben pagar las empresas para encontrar financiación en los mercados ante las dificultades para obtenerla de las entidades financieras. Las empresas sin “rating”, o con uno no adecuado, se ven obligadas a financiarse pagando primas (intereses) en torno al 7% a corto y medio plazo; a largo plazo pueden alcanzar el 10,5%. Los inversores en estos instrumentos, denominados bonos de alto rendimiento, están felices, porque a pesar de carecer del rating oportuno las empresas que emiten estos bonos presentan bajos niveles de riesgo de impago; en torno al 1,5%, calcula una de las agencias de calificación, la probabilidad de riesgo de impago de estas compañías.

Esto nos lleva a la siguiente reflexión: para qué son necesarias las agencias de calificación si el resto de supervisores cumple con su papel, si las empresas son capaces de presentar balances saneados y debidamente auditados. Si presentan pocas posibilidades de quiebra, ¿por qué tienen que pagar tipos tan altos? ¿Influirá en ello el hecho de que existan las agencias? De ser así, si no fuese precisa la calificación previa (rating) para encontrar financiación, los tipos de interés deberían ser menores. Balances saneados y una cultura financiera adecuada serían suficientes.

Pero el negocio está montado así.

1 comentario:

agremon dijo...

Como dices, el negocio está montado así. Pero no es la única forma en que podría hacerse, y no parece la mejor, al menos en todos los casos. Luego, igual que se cambian las leyes, por que no cambiar las normas económicas? Porque ya están a un nivel supranacional y son agencias y demás las que dominan las instancas supranacionales y velan por su propia supervivencia y aprovechamiento a costa de lo que sea?