A estas horas de la mañana la mayoría ya sabrá que nuestras previsiones de subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) se han visto confirmadas. La apuesta no era complicada. Ahora toca mirar hacia delante y preguntarse que sucederá.
“No hemos decidido hoy que sea el primero de una serie de aumentos…”, palabras del Sr. Trichet, Presidente del BCE, que albergan un mensaje oculto (como siempre). ¿No es el primero? ¿Significa que no se plantean iniciar una secuencia? Para que exista un segundo tiene que haber un primero. Pero tampoco han decidido que sea el último, por lo que la puerta está abierta a nuevas subidas, habrá que esperar acontecimientos.
Mirar al futuro y prever la respuesta es relativamente sencillo. Fijémonos en las noticias relativas al precio del petróleo, de los alimentos, de las materias primas,… y podremos predecir cuál será la tendencia del índice de precios armonizado que publicará la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat. De ahí a la decisión del BCE: “seguiremos haciendo lo que hemos hecho en el pasado…, decisiones que estimulen la estabilidad de precios”. Es su mandato, por lo que se ciñen a él (IPC en torno al 2%). En alguna ocasión anterior les hablé de las bondades de mantener una inflación moderada, y estas bondades son las que subyacen en las decisiones del BCE. Aunque también es cierto que si uno mira hacia la economía real, la de la calle no la financiera, posiblemente no esté muy de acuerdo con esta filosofía. De momento, una subida de tipos en la zona euro atrae a los capitales del resto del mundo en busca de mayores rentabilidades, presionando al alza al euro (se venden divisas y se compran euros, la famosa ley de la oferta y la demanda), lo que dificultará las exportaciones de la zona euro. También es cierto que con un euro más fuerte el petróleo debería salirnos más barato (se compra en dólares), así como el resto de importaciones. Veremos que pasa. Una posible solución a estos problemas de exportación (recordemos que necesitamos vender para reactivar la economía y crear empleo) la podemos encontrar en la otra orilla del Atlántico, en la Reserva Federal (FED) de los EEUU, el alter ego del BCE; una subida de tipos en EEUU volvería a relajar la presión sobre el euro (regreso de capitales a los EEUU). Les toca jugar a ellos. Interesante partida de ajedrez, si no existieran afectados de por medio.
Por último, los analistas prevén dos subidas más antes de final de año, para terminar con un tipo de interés del 1,75 por ciento. La apuesta podría ser: subida del 0,25 el próximo mes de junio. Atentos.
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