El lunes comentaba que alguno de los puntos que había propuesto el eje franco-alemán en el futuro e incierto pacto de competitividad eran conflictivos; uno de ellos hacía referencia a que los salarios deberían dejar de estar indexados a la inflación. Se pretende evitar una espiral: incremento de precios (inflación), actualización de los salarios, incremento de los costes, aumento de precios (inflación), actualización de los salarios, …
Pues bien, ya ha saltado el debate en nuestro país (es que uno no gana para sobresaltos); tanto la patronal como el Banco de España están a favor de eliminar la indexación de los salarios al IPC; indudablemente ya han respondido los sindicatos.
La alternativa que se plantea es la “productividad” en lugar del IPC.
El cálculo de la productividad es complejo. En teoría se define como la relación entre la producción obtenida y los recursos empleados para su obtención; así pues, una mejora de la productividad se puede obtener actuando sobre la producción o sobre los recursos empleados. Además entran en juego aspectos importantes como la calidad, la materia prima, la innovación, la mano de obra, las condiciones del trabajo, el capital, … e influye mucho la transparencia informativa. ¿Estarán las empresas dispuestas a presentar información sobre sus costes y procesos de producción? Lo dudo, muchas de ellas mantienen un absoluto secretismo para evitar a la competencia.
Otra cuestión que se plantea es ¿qué productividad servirá de referencia para indexar los salarios? la productividad del sector, la productividad de la empresa, la productividad de una línea de negocio, la productividad del trabajador, ... Dos empresas, pertenecientes al mismo sector, pueden tener diferentes productividades por el mero hecho de que una de ellas puede disponer de acceso a una mejor tecnología que la otra, o puede tener mejor productividad reduciendo costes, afectando a la calidad de sus productos, por ejemplo. ¿Aumentamos los salarios de los trabajadores de la empresa con incremento de productividad y mantenemos o bajamos los de la otra? Al final, tendremos trabajadores de primera y de segunda, y en muchos casos sin ser partícipes de las decisiones que les afectan ¿les consultarán sus patronos antes de llevar a cabo una inversión en una nueva tecnología? Explíquenles a los pequeños empresarios (autónomos) y a sus trabajadores que los salarios estarán condicionados al incremento de la productividad en el año. La primera pregunta que les harán posiblemente sea, ¿y eso cómo va?
1 comentario:
Que como va? Creo, José Ángel, que irá como quieran que vaya: los índices que aportan complejidad técnica o subjetividad son fácilmente manipulables.
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