martes, 8 de febrero de 2011

Control Tributario.

Siempre existirá el dilema, al menos para mí, sobre la oportunidad de conocer cuáles serán las consecuencias que se derivarían de cierta información que esconde unos potenciales efectos negativos. ¿Preferible conocer las posibles consecuencias y vivir con la angustia de que en cualquier momento pueden manifestarse o, vivir en ese estado de relativa tranquilidad sin ser conocedor de los potenciales hechos futuros? Sólo es cuestión de tiempo. Esperar que un día nos sorprendan con negativas noticias mientras vivimos ajenos a toda inquietud o sufrir esta inquietud que nos corroe desde un primer momento e ir adaptándonos a sus posibles consecuencias.

Es lo que sucede en muchos ámbitos de nuestra vida. Saber o ignorar premeditadamente.

Ayer lunes, día 7, fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) las Directrices Generales del Plan General de Control Tributario de 2011. Como profesional directamente implicado debo conocerlo, aunque me genere cierta inquietud, a pesar de que no me afecta de manera directa. Los afectados directamente son las empresas y autónomos. Quizás éstos no presten demasiada atención a los avisos y recomendaciones que recibirán de sus asesores, hasta el día en que llegue a sus manos una notificación de la Agencia Tributaria; entre tanto vivirán asumiendo ciertos riesgos sin ningún pudor, en una paz fiscal relativa. No todos.

El Plan de Control Tributario tiene un párrafo, que en mi opinión, debería ponernos en guardia: “…Los retos… se enmarcan en un contexto económico y social en el que destacan la crisis económica… es especialmente relevante… la política de consolidación fiscal, que constituye uno de los pilares sobre los que se asientan las medidas para la recuperación económica, el cumplimiento de los objetivos de reducción del déficit público y la corrección del deterioro de las finanzas públicas”. Más claro no podría ser.

En síntesis, los aspectos del Plan más llamativos para la mayoría de los contribuyentes, a mí entender, son:

  • Actuaciones, especialmente, sobre profesionales o contribuyentes con signos externos de riqueza que no se correspondan con los niveles de renta declarados.
  • Control de operaciones en las que se utilicen billetes de alta denominación, movimientos de efectivo por importes especialmente elevados y abonos importantes en cuentas bancarias.
  • Control para detectar falsas empresas subcontratistas, constituidas para emitir facturas falsas utilizadas por el receptor para obtener deducciones fiscales indebidas.
  • Control de obligados tributarios en regímenes objetivos, los conocidos módulos, para detectar la emisión de facturas falsas; las actuaciones se dirigirán tanto a los emisores como a los receptores de las facturas.
  • Control de no declarantes.
  • Detección de personas físicas que puedan estar percibiendo prestaciones por desempleo o de la Seguridad Social y realicen actividades sin declarar.
  • Nuevas declaraciones informativas sobre consumo eléctrico (modelo 159) y sobre terminales de tarjetas de crédito (modelo 170).
  • Detección de activos, depósitos y otros productos financieros fuera de nuestras fronteras cuya titularidad corresponde a ciudadanos residentes en España.
  • Acciones conjuntas de la Administración Tributaria (AEAT), Inspección de Trabajo y Seguridad Social, y la Tesorería de la Seguridad Social, para combatir la economía sumergida.
  • Control de deudores con incumplimiento sistemático de obligaciones.
  • Actuaciones de embargo de bienes.
  • Investigación de la participación de deudores aparentemente insolventes en la creación de sucesivas sociedades mercantiles.
  • Cruce de información con las Administraciones autonómicas sobre la titularidad de bienes y derechos para detectar declaraciones no presentadas por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
  • Comprobación de valores en las operaciones inmobiliarias.
  • Préstamos entre personas físicas.
Lo dicho, uno de los pilares sobre los que se asienta la recuperación económica. ¿Inquietos?

1 comentario:

ANA dijo...

Me parece muy bien que hagan más controles los señoritos de hacienda, pues es el país con más dinero negro del mundo.
ANA.