jueves, 23 de diciembre de 2010

Solución o problema futuro.

Me pregunto una vez más si las medidas que se pretenden implantar han sido elaboradas con un mayor trasfondo que el simple hecho de hacer frente a la coyuntura actual, a las exigencias de los mercados y de organismos internacionales.

¿Se han tenido en cuenta las diferentes sensibilidades existentes en nuestra cultura? ¿Las medidas exigidas desde diferentes latitudes son aplicables por igual en todos los países?

Incrementar la edad de jubilación a los 67 años (incluso más, como propone la OCDE), disminuir la prestación o subsidio para los desempleados de mayor edad, con el objetivo de que se impliquen activamente en la búsqueda de empleo,… ¿será este el camino? ¿No estaremos creando un problema que tendrán que solucionar generaciones futuras?, por no decir las actuales.

Quizás, desde un punto de vista conceptual y académico, las medidas sean coherentes (reducción de déficit público, mayores ingresos derivados de cotizar más años, …); plasmadas en un papel, y partiendo de datos y cifras, puede que las premisas sean acertadas, pero cuando estas medidas lleguen a su lugar de destino ¿se cumplirán las expectativas? Ahí nos encontraremos con la realidad: ¿cuántos empresarios están dispuestos a incorporar a sus plantillas a las personas de mayor edad? Como ejemplo, el informe elaborado por la consultora DBM España: “El 85% de los currículos de trabajadores mayores de 50 años recibidos por las empresas acaban en la papelera”.

¿Cultura empresarial?

1 comentario:

agremon dijo...

Pode dicirme alguén que porcentaxe de países que adoitaron as medidas impostas polo FMI ou o BM saíron airosos das súas crises como consecuencia delas? O 50%? O 25%? o 10%? ou anda máis próximo ó 0%?
A pregunta de para que serven e son propostas logo ditas medidas coido que ten unha resposta máis longa.