viernes, 12 de noviembre de 2010

Reforma de la Sanidad (IV).

Cuarta (y última) Medida.


Fomentar la autonomía de gestión y reforzar los esquemas de incentivos a los centros y a sus profesionales.

El estudio, que venimos analizando en los anteriores post, afirma que el modelo actual de organización y gestión no es óptimo, y fomentar una mayor eficiencia y una mejora de la calidad pasa por transferir responsabilidad a los centros y a los profesionales.

a) Fomentar la autonomía de gestión.

Se busca una mayor responsabilización sobre los resultados y que los profesionales se involucren más en la gestión.
Como ejemplos se citan:
Reino Unido, donde los hospitales se han convertido en fundaciones que han asumido los riesgos relacionados con la gestión. Deben cumplir determinados objetivos en materia de calidad y son remunerados en base a su consecución.
En Francia se ha diseñado una nueva estructura organizativa, reforzando la autonomía de gestión en cada centro.

La propuesta que se propone es que todos los centros tengan contratos de compra de servicios que aseguren una mayor autonomía en la gestión a cambio de la consecución de unos compromisos de calidad. Estos contratos deben establecer los objetivos a cumplir y la financiación asociada. También incluirían los riesgos que deberían asumir, aunque en un primer momento se plantea que asuman únicamente el riesgo de gestión. En el futuro, se podrían traspasar otros riesgos, como el aumento del número de enfermos crónicos.

Con esta transformación se podría dar más responsabilidad a los centros para su especialización en algunas patologías. La mayor capacidad de los profesionales para organizar su servicio podría derivar en una distribución de tareas distintas y un mayor trabajo en equipo.

b) Reforzar los esquemas de incentivos y los mecanismos de gestión de consecuencias.

Se trata de complementar la medida anterior. Siguiendo lo establecido en otros países europeos, como es el caso de Suecia, donde se incentiva la eficiencia a través de contratos trienales y se define el nivel de actividad que debe ofrecer cada centro, así como la remuneración asociada, o el caso de Francia, donde se refuerza la figura del director del hospital como responsable último de la gestión y que cuenta con el apoyo de médicos y profesionales de la organización, o también en Reino Unido, donde se han establecido mecanismos para la atención primaria que compensan la consecución de objetivos.

La propuesta hace hincapié en la mejor remuneración al centro cuando cumpla los objetivos fijados, como pueden ser, mayores inversiones en el centro, más fondos para investigación o remuneración adicional para sus profesionales.

En un futuro, los incentivos deberían estar más asociados a cada profesional en particular. Éste debería gestionar un conjunto de tareas y recibir un presupuesto. Por encima, cada servicio gestionaría un conjunto de profesionales y tendría unos objetivos más generales. Si la actividad genera déficit, sería necesario un procedimiento de gestión más estricto; en algunos países si se supera el límite permitido (de déficit presupuestario), la dirección debe asumir las consecuencias, pudiendo ser cesada.

Estas son resumidas las propuestas que aporta FEDEA. Como expone en la conclusión del estudio, las medidas pretenden iniciar una dinámica de cambio para afrontar los retos de sostenibilidad de nuestro sistema, generando un debate para la consecución de una mayor responsabilidad de los pacientes, profesionales y gestores.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Bolaños:
Finalidad reforma sanitaria: Implantación gestión clínica en los centros sanitarios y hospitales.
Gestión Clínica: Consiste en firmar con las Gerencias un contrato de gestión por un importe anual y el cumplimiento de unos objetivos, descentralización de la gestión, ofertando unos incentivos a los autogestores, si cumplen unos objetivos de gasto, reparto del remanente entre los diferentes profesionales que se adhieran a dicho contrato, siendo el reparto según la categoria que desempeñe dicho trabajador. También se debe tener en cuenta el nivel de dichos centros.
Bajo mi punto de vista,el objeto de la gestión clinica es una calidad asistencial de bajo perfil, disminuir las pruebas diagnósticas a los usuarios, prescribir genéricos más económicos.
Se busca una externalización de los servicios, con una autogestión, con una partida presupuestaria y un reparto de incentivos con el remanente ahorrado.
Al trabajador se le debe incentivar por su calidad de trabajo, por el cumplimiento de sus obligaciones (horario de trabajo, profesionalidad en el desempeño, etc..), se debe ir hacia la reestructuración de la administración pública, donde se utilicen adecuadamente los recuros humanos, economicos, etc, que se disponen, pero se necesitan gestores profesionales, no políticos al frente de la gestión ni cargos de libre designación, ya que no disponen de la profesionalidad acreditada para una gestión adecuada de los servicios públicos.
No me enrollo más Bolaños, pero el estar en posesión de una plaza fija en función pública conlleva unos derechos, pero tambien unas obligaciones, que por desgracia existe una lacra que nadie quiere desmantelar (enchufados, sindicaleros de tres al cuarto, inútiles y deslenguados), si esa lacra la mandaramos a su casita, con un expediente de expulsión, otro gallo nos cantaría.

Un saludo cordial.

El autor dijo...

Estoy de acuerdo con la mayor parte del comentario, excepto en la "s", es Bolaño.

Una puntualización: lo expuesto en los posts de "Reforma de la Sanidad" son las propuestas de la Fundación, no las mías.

Un saludo.