viernes, 22 de julio de 2011

Resultado.

El resultado no podía ser otro. No se trataba de tapar una grieta, sino de evitar que ésta alcanzase proporciones mayores. Mejoras en la financiación, más fondos y, vista gorda a la hora de ser puntual en el pago a los acreedores. O como se dice en este argot, “suspensión de pagos controlada”. Es decir, unos cobrarán algo, cuándo es otra cuestión; otros, ¿nada? ¿Quiénes?

Otro punto tratado en la cumbre. Las agencias de calificación no tendrán tanto protagonismo. Es lo que han dicho los máximos responsables. La opinión de las agencias sobre la deuda de los países europeos con dificultades no será tenida en cuenta. ¿? Cuestión ésta difícil de asimilar.

Las agencias emiten una calificación sobre la deuda pública (entre otros instrumentos financieros), sobre la solvencia de las entidades para pagar los intereses y devolver el capital prestado, y además la emiten para… los mercados (los inversores), no para los países que emiten la deuda. Son los mercados los que juzgan y actúan en función de la calificación otorgada por las agencias. ¿Quitar importancia a la nota otorgada?

Emisor-Calificador-Comprador (Inversor). El ciclo. O, lo que es lo mismo, Países (deuda)-Agencias-Mercados (bancos, fondos,…). ¿Serán los emisores los que pongan trabas a las agencias?

Veremos cuánto dura la calma.

1 comentario:

Ramón dijo...

As comunidades autónomas teñen tanta culpa como ó resto.
Todos somos culpables, pero xa cheira falar de crisis.Falemos de dar solucións e voltemos a normalidade.