lunes, 20 de junio de 2011

Una reflexión.

¿Se han preguntado alguna vez a dónde van a parar nuestros ahorros? La pregunta, que en un principio no plantea mucho misterio, tiene su origen, por un lado, en la actual situación que se está viviendo en el sistema bancario, la “transformación” de “nuestras” Cajas de Ahorro en Bancos, en sociedades anónimas, cuya propiedad está diluida entre diferentes propietarios como consecuencia de la división de su capital en acciones, y por otro, en la tan mencionada globalización y libertad de movimiento de capitales.

Y tiene que ver también con la actual crisis económica que padecemos y con las dificultades que tienen muchas pequeñas empresas para obtener créditos, préstamos o, simplemente, renovar sus pólizas de crédito. Por no mencionar los nuevos proyectos empresariales que se quedan en los cajones de los armarios de muchos emprendedores por no obtener financiación.

Porque la situación es la siguiente. Imagínense que nuestros ahorros, los de nuestros amigos, vecinos, los de los habitantes de una región o Comunidad Autónoma –por marcar un límite- están depositados en las sucursales de unas entidades en las que tenemos plena confianza. Al fin y al cabo, conocemos, o conocíamos, a sus empleados de toda la vida, y su denominación, Caixa Galicia, Cajastur, Banco de Asturias, Banco Gallego,… eran sinónimo de proximidad, de cercanía, de entidades que formaban parte de nuestro tejido empresarial.

Pero esta relación se ha visto truncada. La cacareada libertad de movimiento de capitales y la globalización, junto con la "obligada" conversión de las Cajas de Ahorro en puras Sociedades Anónimas, en empresas capitalistas, han transformado radicalmente el panorama. Como sociedades que buscan la optimización de sus resultados, el beneficio, la rentabilidad, ¿por qué van a conceder préstamos, créditos,… en nuestra región y a nuestras pequeñas empresas y autónomos cuando pueden obtener márgenes superiores en otras latitudes? La libertad de movimiento de capitales ha conseguido que nuestros ahorros vuelen hacia lugares donde el retorno, la rentabilidad, es superior. ¿Qué les impide actuar de ese modo? ¿Acaso no es su función? La búsqueda de mayores beneficios.

Desde hace muchos años diferentes posiciones han venido denunciando este hecho, pero en la actualidad el proceso parece haber llegado a su cenit, sin vuelta atrás. Grandes bancos (y no tan grandes) que obtienen recursos (ahorros) en unos lugares del planeta y los reinvierten en aquellos otros donde sus expectativas de obtener beneficios son mayores. Mientras, los millones de ahorradores de una región ven como ésta se dirige de manera inexorable hacia la parálisis, sin inversión, sin financiación, sin empresas, sin empleo, sin perspectivas de futuro. Son las eternas fuentes de mano de obra emigrante. Situación que podemos calificar como auténtico expolio de capital financiero y humano.

2 comentarios:

agremon dijo...

Aínda que é unha situación sen saída, plantéxome o deixar de operar con Caixa Galicia un tempo a partir da constitución efectiva en banco, como mostra de disconformidade. E digo, un tempo, pois despois será igual que outra entidade calquera e haberá que xulgar por outros criterios.

Eu dijo...

Yo ya hace meses que cambié mis pocos ahorros a la Banca Ética. Sigo manteniendo la cuenta de CG por la proximidad y confianza en la gente como comentas, pero con la transformación a Banco creo que volveré a planteármelo...
Creo que debemos ser un poco más responsables en dónde y en qué gastamos nuestro dinero.