Falsedad nº 2: “Los mercados financieros son favorables al crecimiento económico”.
En la actualidad son los mercados los que financian los proyectos empresariales en busca de unas rentabilidades que superen las que se podrían considerar como normales dentro de una lógica empresarial. Ha desaparecido la idea de un interés común de las partes interesadas en la empresa (trabajadores, propietarios, proveedores, clientes, entorno,…).
Los directivos se han convertido en los adalides en la búsqueda de la rentabilidad de los capitales, obligados por los accionistas (inversores) para obtener los retornos prometidos. Cada vez mayores beneficios y cada vez mayores dificultades para encontrar esos proyectos capaces de devolver lo prometido.
La ratio “rendimiento de los capitales propios” o “ROE” es la norma que rige el destino de las empresas. Pregúntense por qué los directivos de las empresas cotizadas tienen parte de sus salarios como variables, con bonus. Llega un momento en que la presión para alcanzar esas tasas de retorno repercute en los salarios y en el poder adquisitivo de los trabajadores, a la baja, por supuesto, reduciendo costes, ya que de no ser así los capitales huyen en busca de lo que consideran suyo, los beneficios. Esto termina por repercutir en la demanda, en la inversión, en el crecimiento y finaliza en una situación de alto desempleo. Situación que se ha visto demorada como consecuencia de las políticas monetarias que se han adoptado, llevando a los hogares y a las pequeñas empresas a un excesivo endeudamiento para mantener el consumo, con las consiguientes burbujas. Consumo sin salarios, como dicen los autores.
Como medidas proponen:
- Reforzar los contra-poderes en las empresas para obligar a las direcciones a tener en cuenta los intereses del conjunto de las partes interesadas. Existen culturas empresariales en las que las diferentes partes tienen voz y voto en los Consejos de Administración, véase sindicatos, proveedores, …
- Aumentar los impuestos “fuertemente” a los ingresos muy altos para disuadir la carrera por las rentabilidades desmesuradas.
- Desarrollar una política pública del crédito para reducir la dependencia de los mercados financieros.
Continuará.
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