957.000 millones de euros. Francamente, leída con detenimiento y más de una vez, la cifra asusta. Millones, 957.000. Este es el importe que las familias españolas tenían como deuda viva a finales del 2010. De este importe, 26.000 millones eran de dudoso cobro, catalogados así porque las familias han presentado algún impago de cuota y no han transcurrido más de tres meses desde su vencimiento.
Euribor al 2 por ciento (incluso ya lo ha sobrepasado) y previsión de subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) el próximo 7 de abril, pueden ser las últimas banderillas que logren que el bravo animal hinque la rodilla en la arena del ruedo. Costará que vuelva a levantarse.
Sin embargo, detrás del burladero, la plaza aplaude. Los que han venido a ver el espectáculo, sonríen.
Sí, aunque parezca mentira, este elevado endeudamiento tiene que tener su contrapartida, al fin y al cabo las entidades financieras sólo son los intermediarios que (entre otras funciones, algunas no muy bien vistas) canalizan los fondos desde los ahorradores hacia los demandantes. Si ya hemos visto que estos últimos tienen una deuda ingente, los primeros deberían compensar la balanza, al menos en parte; 850.000 millones de euros en depósitos más efectivo, y 516.000 millones en acciones (este dato supongo que se referirá al valor de mercado, de cotización). En este caso los ahorradores, el público de la plaza que jalea alborozado, verán compensados sus esfuerzos, por un lado, gracias a la subida de tipos del BCE, por otro, gracias a la guerra que se traen las entidades financieras por captar fondos para sus maltrechos balances (el grifo sigue manando poca agua y además es muy cara dada su escasez).
En fin, que nunca llueve a gusto de todos.
2 comentarios:
Permíteme un matiz: es verdad que no siempre llueve al gusto de todos, pero es más verdad (más inmutable, sin depender de probabilidades, ...) que siempre llueve hacia abajo. Creo que es también más aplicable a lo que dices.
Pues a los españoles les está muy bien aplicado el tema, viven como ricos sin serlo.
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