miércoles, 16 de febrero de 2011

Transparencia.

Recientemente, en una entrada anterior, les hablé de un documento que las sociedades mercantiles (empresas) deben elaborar de manera obligatoria y que forma parte de las cuentas anuales que la ley les exige. Es la denominada “memoria”. En ella se suministra información que no es recogida en el resto de cuentas anuales, ya sea por su naturaleza cualitativa o porque precisa de ciertas explicaciones, todo con el propósito de proporcionar una imagen fiel de la compañía.

Uno de los apartados que compone la memoria hace referencia a las remuneraciones, sueldos, dietas y otras retribuciones que el personal de alta dirección y los miembros del órgano de administración perciben, constando de manera separada. Si alguno está interesado puede darse una vuelta por la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y podrá comprobar que todas las sociedades que cotizan en las bolsas españolas presentan estas cuentas, y a las cuales pueden acceder libremente. Las que no cotizan también elaboran sus cuentas y las depositan en el Registro Mercantil de su provincia, y sí, también son accesibles al público (pagando, claro está, las tasas correspondientes).

Pues bien, ¿saben quiénes no dan información sobre las remuneraciones que perciben sus consejeros y altos directivos? Las Cajas de Ahorro. Por poco tiempo; la nueva Ley de Economía Sostenible hará que esto cambie. ¿Esta opacidad tendrá algo que ver con el hecho de que en sus Consejos se encuentran políticos y personas de confianza de los Gobiernos Autonómicos?

Hoy les echamos un capote a los bancos. Éstos sí ofrecen datos desglosados de lo que cobra cada consejero. Hasta aquí. Tampoco es cuestión de ser más benévolos, no vayan a creerse que son un dechado de virtudes.

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