viernes, 21 de enero de 2011

Optimismo.

Estos días estoy optimista ¡qué le vamos hacer! Será que, harto de leer durante estos últimos años noticias negativas, automáticamente descarto todo aquello que incida en el pesimismo. Y en esta línea positiva aprovecho para dejar algunos resultados publicados ayer por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y que algún analista amablemente se ha encargado de resumir, entre ellos, José Luis Campuzano, analista de Citigroup:

El déficit comercial de España ha caído un 20% respecto al año 2009; para los advenedizos a este mundo de la economía, refleja la diferencia entre las exportaciones (lo que vendemos) e importaciones (lo que compramos).

Las exportaciones aumentaron un 24,6%; vendemos al resto del mundo bienes de equipo (maquinaria, por ejemplo), con un aumento en las ventas del 22% anual, manufacturas de consumo, que se mantienen sin cambios, productos químicos con un aumento del 27,6%, vehículos, cuyas ventas han aumentado un 12,6%, etcétera.

Un resumen de quiénes son nuestros compradores:
La Unión Europea, aumenta sus compras un 20%.
Latinoamérica, con un aumento del 53%.
América del Norte, un aumento del 39%.
Asia, aumenta sus compras en un 32,8%.
África, aumento del 25,3%.
Países europeos que no pertenecen a la Unión Europea, aumentan sus compras en un 30,3%.

¿No son buenas noticias? Si a ello unimos que la presión de los mercados parece haberse relajado (la ya famosa prima de riesgo que muestra el exceso de sobrecoste de la deuda española respecto al bono alemán), que han dejado de oírse noticias sobre la intervención de países europeos (a pesar de algún ex-dirigente “patriótico”), que las bolsas siguen mostrando un excelente comportamiento, … pues lo dicho, una dosis de optimismo, a pesar del largo camino por recorrer.

1 comentario:

Beni dijo...

É triste, pero é verdade: case hai que disculparse por experimentar certos arrebatos de optimismo.
Non podemos esquecer que unhas eleccións xa se otean no horizonte e, para algúns, canto peor, mellor.
Unha pena que nese longo camiño por percorrer nos teñamos que atopar con trampas preparadas mesmo dende dentro.
Se non fose porque haberá quen lles de creto, polo demáis, as verbas do "patriótico" ben poden ser entendidas nun contexto de morriñento arrebato de (ex) poder.
Xa se sabe: "Aznar en tiempos revueltos".