- Ah, bueno, pronto podré resolver su negocio si puede esperar un momento ¿Cuánto es, este año, mi amigo? - dijo el Profesor.
- Bien, se ha estado duplicando durante tantos años, como usted sabe, señor - contestó el sastre con un poco de aspereza - pero me gustaría el dinero ahora. Son dos mil libras.
- Oh, eso no es nada - observó con descuido el Profesor, tocándose el bolsillo, como si siempre llevara por lo menos esa cantidad encima - ¿Pero no le gustaría esperar otro año y convertirla en cuatro mil? ¡Piense lo rico que se haría! ¡Toma, podría ser un rey, si quisiera!
- No sé si me importaría ser un rey - dijo el hombre pensativamente - Pero me refrescaría una visión del dinero. Bien, creo que esperaré...
- Naturalmente que lo hará - dijo el Profesor - Hay sentido en su cabeza. Ya lo veo. ¡Buenos días, amigo!
- ¿Le pagará alguna vez esas cuatro mil libras? -preguntó Silvia, mientras se cerraba la puerta tras el acreedor.
- Nunca, mi querida muchacha - dijo con énfasis el Profesor - Continuará doblando la cifra hasta que se muera. Ves, siempre vale la pena esperar otro año para obtener el doble de dinero."
LEWIS CARROL. "Silvia y Bruno".
Autor de "Alicia en el país de las maravillas"
2 comentarios:
Este es uno de esos cuentos que todo el mundo sabe, pero que biene bien recordarlos de vez en cuando ;)
Te estoy leyendo, ya que me facilitaron el blog.
Puedes facilitarlo al colegio de economistas.
Son muy buenos tus articulos.
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