lunes, 7 de diciembre de 2015

Del black friday al happy hour o de las rebajas fiscales a un mundo feliz.

De las rebajas fiscales del 2015 a las promesas electorales de nuevas reducciones de impuestos (directos) en la próxima legislatura (de ganar el partido del gobierno). La famosa curva de Laffer planea de nuevo: bajar impuestos aumenta los ingresos del Estado.
 
Pero, ¿cuál es el origen de este razonamiento? En 1963 Kennedy y Johnson habían ganado las elecciones en EEUU y en 1964, tras el asesinato de Kennedy, se tomó la decisión de reducir considerablemente los impuestos. En 1965 el Estado vio aumentar los ingresos por la recaudación fiscal lo que llevó a algunas personas influyentes a ver una relación de causalidad, una falacia “post hoc”: primero se produce un acontecimiento y a continuación otro, el primero se convierte en causa del segundo. ¿Y el resto de las variables? Para los defensores de este tipo de falacias no existen más variables que puedan influir en el resultado final. Por ejemplo, el crecimiento económico que EEUU vivió en el periodo 1964-1965. Estudios posteriores concluyeron que de no haber bajado los impuestos la recaudación habría sido mucho mayor. Es lo que tiene dejar por el camino información relevante.
 
Llegados a este punto, ¿es buena idea bajar los impuestos directos?, ¿y los impuestos indirectos (IVA)?
La literatura económica nos dice que los impuestos directos son progresivos; a partir de un determinado nivel de ingreso, cada euro que se gana tributa a un tipo impositivo mayor, al tipo marginal. Por el contrario, los impuestos indirectos son regresivos; los impuestos sobre el consumo, como el IVA, son generalmente regresivos ya que restan mayor proporción del ingreso de una familia pobre que el de una familia de altos ingresos. Pagamos el mismo impuesto independientemente de cuales sean nuestros ingresos. Algo tan evidente es obviado (que no ignorado) por un amplio porcentaje de la población.
 
Para terminar, sería útil que nuestros políticos en lugar de jugar con los tipos impositivos se planteasen realmente un debate del sistema impositivo de cara a una verdadera redistribución de los ingresos que recauda el Estado. Debate que, sinceramente, creo estéril puesto que parte del espectro político sigue, por un lado, creyendo en teorías económicas desacreditadas y, por otro, no creen en la desigualdad a pesar de lo llamativo de los datos. Estudios realizados en países con ingresos altos (la mayoría de los países llamados desarrollados) han concluido que el sistema impositivo casi no tiene efecto en la redistribución. ¿Sorprendidos? El motivo principal es que los impuestos progresivos al ingreso (IRPF, Sociedades,…) son contrarrestados por lo general por los impuestos regresivos. Para que nos entendamos: lo que se quita a los que más ganan y se distribuye entre los que menos tienen es gravado nuevamente con impuestos regresivos como el IVA, al final lo que te doy te lo quito.
 
Suena bien eso de bajar el impuesto sobre la renta y sobre sociedades, ¿verdad?


1 comentario:

agremon dijo...

Tan verdade como a foto de Sta. Cruz en outono