Llevan días discutiendo y no hay forma, que no se ponen de acuerdo. Después de haber cambiado todo el escenario, de nuevo vuelven las dudas. El Productor quiere subir a escena una obra y el Director del teatro quiere otra. Entre tanto, los actores envueltos en la incertidumbre; los tramoyistas miran de reojo, herramientas en mano, a la espera de un gesto para desmontar el escenario y volver a montar el viejo decorado.
Polémica servida. La fecha se aproxima.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el Sr. Trichet, sigue en sus trece, arre que arre. Las condiciones se mantienen y, por tanto, no hay nada que añadir a su última declaración de intereses (subida de tipos de interés). El miedo a la inflación sigue siendo el eje sobre el que giran las medidas a adoptar.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que las expectativas de inflación no suponen mayor riesgo. El aumento del precio del barril de petróleo es transitorio y no supondría mayor problema en el crecimiento de la economía mundial, como mucho unas décimas. Sin embargo, una subida de tipos dañaría la inversión y el consumo, lo que traería efectos perniciosos sobre el crecimiento, sobre el PIB.
En resumen, tendremos que esperar hasta abril para poder ver los carteles publicitarios de la obra a representar. Mientras tanto, los principales afectados, los actores y el director de la obra, esperan con los nervios a flor de piel sin saber que escenas tendrán que ensayar. Los tramoyistas descansan, bocadillo en mano, a la espera de una nueva orden.
¡Bienvenidos al mayor espectáculo del mundo!
1 comentario:
la mayoría de los actores prefieren que no suban los intereses.En una España opulenta y llena de vagos,¿Qué podemos pedir?.
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