Aquéllos que sigan de forma habitual este blog se habrán percatado de que la filosofía que subyace bajo la mayoría de las entradas publicadas es la de realizar una crítica, o al menos cuestionar, el sistema capitalista o economía de mercado en el que vivimos.
Soy consciente de que las empresas son uno de los pilares fundamentales de la sociedad, su presencia es absolutamente necesaria en todos los sentidos. Lo que se cuestiona en este modesto blog son sus operaciones, sobre todo las de aquellas empresas que han adquirido una “excesiva” dimensión que les permite “imponer” en muchos casos ciertas prácticas abusivas con el objeto de conseguir sus resultados planificados.
Digo esto porque han salido publicados unos datos procedentes del holding Bolsas y Mercados Españoles (BME), que agrupa a las entidades que dirigen y gestionan los mercados y sistemas financieros en España, sobre los dividendos repartidos por las empresas españolas que cotizan en bolsa durante los seis primeros meses del año.
Los accionistas de estas sociedades han obtenido retribuciones por un importe cercano a los 14.000 millones de euros, la segunda cifra más alta de la historia en este período.
¿Crisis? Para algunos.
Los dividendos son repartos de beneficios, ya procedan de años anteriores o a cuenta de los futuros beneficios del ejercicio en curso (para ello tiene que existir una estimación de que se van a generar suficientes beneficios).
No sería ético por mi parte cuestionar la procedencia de estos beneficios sin conocer los datos concretos (aumento de ventas, reducción de costes, …), pero tampoco considero muy ético proceder al reparto de dividendos mientras en muchas empresas se procede al despido masivo de trabajadores a través de EREs, a solicitar ayudas estatales por parte de algunos sectores empresariales, a paralizar obras públicas por presuntos retrasos en los pagos de las certificaciones de obra, etc.
Al final será cierto que la brecha entre los más ricos y los más desfavorecidos es cada vez mayor. La presunta redistribución de beneficios sociales a la comunidad, tan cacareada por los sectores neoliberales, consecuencia del libre mercado y del capitalismo cada vez tiene menor credibilidad.
3 comentarios:
Arriba el Comunismo!! jejeje
Sr economista; en vez de hacer crítica a la economía, nos podría impartir unas clases teóricas de la inversión en bolsa, así podríamos ser un poco más ricos todos,! con tanto dividendo!.
Yo poseo aversión al riesgo y odio el capitalismo, pero convertirme en pobre tambien me fastidia un poco.
Un saludo,Miguel.
Estimado Miguel:
Dinero llama a dinero; tener aversión al riesgo y querer obtener beneficios de la bolsa plantea serias dificultades. El mundo de la bolsa es muy complicado y si uno no está dispuesto a arriesgar, mejor mirar a otro lado. Las bolsas requieren conocimientos previos y sobre todo un capital mínimo que no necesitemos. A partir de aquí, esperar.
Si alguien está dispuesto a invertir en Bolsa: buscar empresas que repartan beneficios de forma recurrente año tras año. Otra cosa será el valor de las acciones que compremos.
Decía un inversor profesional, que actuaba por su cuenta, que a los pobres mortales los mercados sólo nos dejan las migajas, el resto se lo llevan los grandes inversores.
Un saludo. Gracias por el comentario.
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